Publicada el Miércoles, 30 de Septiembre de 2020

Acto de entrega de 20 certificados de reparación moral, en el marco de la Ley 52/2007 de Memoria Histórica

Unai Hualde afirma que el Parlamento de Navarra tiene la «obligación de estar al lado de todas las víctimas de todas las violencias, pero con las del 36 existe una deuda especial»

El Parlamento de Navarra ha acogido este mediodía un nuevo acto de entrega de la Declaración de Reparación y Reconocimiento Personal, el sexto tras los celebrados el 15 de diciembre de 2011 (se otorgaron 69), el 21 de marzo de 2014 (32), el 29 de mayo de 2015 (60), el 24 de marzo de 2017 (64) y el 17 de diciembre de 2018 (31), en este caso a favor de 20 personas pertenecientes a la Asociación de Familiares de Fusilados y Desaparecidos de Navarra (AFFNA), descendientes todos de ciudadanos que padecieron violencia o persecución durante la Guerra Civil y la dictadura.

 

Celebrada al amparo de la Ley de Memoria Histórica, la apertura de la ceremonia ha corrido a cargo de Unai Hualde, quien ha insistido en el «inmenso valor que para víctimas de cualquier vulneración de derechos humanos encierran tres palabras como verdad, justicia y reparación. Un drama que, en el caso de lo acontecido en 1936, aparece vinculado al silencio, no en vano han pasado más de 80 años y todavía hay quienes desconocen el paradero de sus familiares asesinados. El Parlamento de Navarra tiene la responsabilidad y la obligación de estar al lado de todas las víctimas de todas las violencias, pero con las del 36 tenemos una deuda especial. Demasiados años esperando justicia».

 

En ese marco, el Presidente ha señalado que «hoy vamos a hacer un ejercicio de memoria histórica democrática reconociendo el sufrimiento y restaurando el honor de 20 personas represaliadas y maltratadas, alguna incluso hasta la muerte. Pero una disculpa pública, para que sea adecuada y efectiva, debe incluir el reconocimiento de los hechos y la aceptación de responsabilidades. Vamos avanzando, pero queda mucho por hacer en materia de convivencia. Por eso es importante seguir desarrollando la Ley de Memoria Histórica y la Ley Foral de Lugares de la Memoria Histórica. Se impone cumplir con el deber de memoria. Hay que continuar investigando y completando la información sobre las víctimas del 36, a lo cual contribuye también el Fondo Documental de la UPNA, cada día más nutrido y accesible, auspiciado por este Parlamento».

 

Al hilo de lo apuntado y tras poner en valor el trabajo de la Dirección General de Paz y Convivencia y del Ministerio de Memoria Democrática, Unai Hualde ha evocado el «plan sistemático de represión y/o exterminio que, por motivos ideológicos y políticos, incluyó el expolio y desplazamiento de miles de personas sometidas a toda clase de humillaciones, y ha advertido sobre la peligrosa pervivencia del franquismo, que a día de hoy todavía encuentra amparo en alcaldes y formaciones políticas, una de ellas representada en el Congreso. La guerra fue un genocidio, la posguerra y la dictadura una venganza, pero ahora, ya en democracia, el franquismo sigue vivo».

 

El Presidente del Parlamento ha concluido agradeciendo la «perseverancia de las familias de las ciudadanas y ciudadanos navarros asesinados y víctimas de la represión a raíz del golpe militar de 1936» y dejando constancia de que «todo el arco parlamentario y la inmensa mayoría de la sociedad navarra participa de este homenaje. A diferencia de otros años, la pandemia no nos ha permitido organizar un acto multitudinario. No hemos podido llenar este Atrio, pero seguimos comprometidos con la búsqueda de la verdad, la reparación y la justicia. Hablamos de memoria. Hoy, más que nunca, salud y… Debido a mi condición institucional la segunda parte os la dejo a vosotros. Eskarrik asko».

 

Amaia Lerga, presidenta de AFFNA, ha glosado la trayectoria de la asociación desde que, en 2011, comenzaran estos actos (350 documentos entregados), según ha atestiguado «una de las pocas acciones de reparación, un reconocimiento tardío y sencillo, pero justo y emotivo. Lograr que se reconozca el horror vivido significa un gran logro para miles de familias. El eco de las 20 personas que hoy homenajeamos debe guiarnos hacia una sociedad de paz, libertad y solidaridad. Ese es su legado, la forma tan bonita que tuvieron de mirar al mundo».

 

Lerga ha precisado que el que se propugna desde AFFNA «no es un relato emocional, sino un relato descriptivo de nuestra historia reciente. El relato histórico ha ido a favor del franquismo, pero después de buscar pruebas y documentos hemos demostrado que estos asesinatos, violaciones, torturas, robos, encarcelamientos y exilios han ocurrido. ¿Acaso todavía hay duda ? Cuatro personas han fallecido desde que solicitamos esta reparación (Andrés Jaso, Silvia Salsamendi, Esperanza Juániz, Francisco Javier Lafraya). El reconocimiento llega muy tarde, para nosotras el tiempo es una cuenta atrás diaria».

 

Lerga ha finalizado abogando por una reparación «plena y efectiva. Sólo nos queda desear que las palabras de la Ley de Memoria Democrática se conviertan en actos y nos acerquen a un Estado que haga memoria, justicia y reparación, incluyendo el período de la II República. Y si en Madrid hablar de República supone la resignificación del Valle de los Caídos, que aquí sea el derribo del Monumento a los Caídos, el segundo más grande del Estado, un homenaje a la muerte. Seguiremos con nuestras reivindicaciones porque, como solemos decir, no queremos nunca más para nadie aquellos horrores».

 

Carmen Calvo, Vicepresidenta Primera y Ministra de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, ha comenzado reconociendo que «hay situaciones que requieren pocas palabras, comparto vuestra emoción. Estamos aquí, de manera pacífica, sembrando paz de la única manera posible, teniendo memoria. Somos un pueblo decente porque somos capaces de recordar. El rumbo es la convivencia, el respeto a las ideas diferentes. Los totalitarismos y los fascismos no caben en democracia. Traigo el reconocimiento que la Ley obliga, pero voy más allá. Les debemos, como mínimo, ser recordados y agradecidos por sembar la libertad, las libertades de todos. ¿Dónde está el problema ? Cuando una persona pierde la memoria se dice que está enferma».

 

A futuro, Calvo ha asumido que «quedan muchas cosas por hacer. No es cuestión de voluntariedad, sino de terminar el trabajo que otras democracias ya han hecho. Y este Gobierno lo va a hacer con el proyecto de Ley de Memoria Democrática, que sigue el camino abierto en 2007. La memoria democrática cierra heridas y lo hace otorgando dignidad a todos. En ningún documento he puesto mi firma con tanto honor y reconocimiento. Cómo serían de valientes aquellas peronas que supieron cuál era su lugar en aquél momento. Que nunca más se destruyan la paz y la convivencia por la vía de las armas. Muchas gracias».

 

María Chivite, Presidenta del Gobierno de Navarra, ha hablado de «convicción, compromiso y emoción», de la «búsqueda del consenso para avanzar en convivencia desde los principios de verdad, justicia, memoria y reparación. Estamos ante una tarea colectiva como sociedad, que concierne también a todas las administraciones. Las políticas públicas de memoria deben abordarse desde una labor activa de pedagogía social, de ahí que hagamos hincapié en el trabajo con la juventud a través del sistema educativo».

 

Chivite ha dado cuenta de todas las acciones que, a nivel de exhumaciones, banco de ADN, mapa de fosas, red de lugares de memoria, centro de documentación, biblioteca y retirada de simbología franquista, se están impulsando desde el Gobierno de Navarra, y ha terminado reiterando el «compromiso con la memoria, porque mucho de lo que hoy somos como sociedad y como país se lo debemos a todas esas personas asesinadas por defender la libertad y la democracia. Gracias a AFFNA por tanto compromiso, por tanta resiliencia y tanta capacidad de entender la convivencia desde el dolor. Gracias por entender que la convivencia se construye desde la verdad y la reparación y no desde el odio».

 

Seguidamente, Martín Gil (familiar de Simón Elizalde Arano) y Marian García han subido al estrado glosar la figura de sus allegados y defender el trabajo de AFFNA contra el olvido de aquella barbarie. «Estamos aquí para arrojar luz sobre personas y acontecimientos que, todavía hoy, siguen influyendo sobre nosotros. Son los crímenes de la dictadura franquista”.

 

Después de dejar constancia de sus testimonios, el Presidente del Parlamento, Unai Hualde, la Presidenta del Gobierno de Navarra, María Chivite, la Vicepresidenta Primera y Ministra de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Carmen Calvo, y la presidenta de AFFNA, Amaia Lerga, han procedido a la entrega de los certificados a los familiares de 20 represaliados durante la Guerra Civil y la dictadura posterior.

 

La ceremonia ha concluido con la interpretación de un aurresku de Duguna (Mikel Tristán, acompañado al tixtu por Aitor Huarte, Ibai Indart y Beñat López) y una ofrenda floral ante la placa que, atendiendo al mandato de la Ley Foral de reconocimiento y reparación moral alumbrada el 14 de noviembre de 2013, luce el Parlamento desde el 12 de enero de 2015 (en abril de 2016 se trasladó al Atrio) en “homenaje a todos los cargos electos de Navarra asesinados como consecuencia de la sublevación militar de 1936”.

 

El acompañamiento musical ha corrido a cargo del trío Suakai integrado por Iván Carmona (violonchelo), Yeray Carmona (guitarra clásica) y Claudia Osés (violín). Las cuatro piezas que han interpretado han sido las siguientes: Ciaccona, de M. Cazzati, una adaptación de Pie Jesu, de Karl Jenkins, Sarabande y Menuet, de la Suite nº 1 en sol mayor de J.S. Bach, y  una adaptación de Nere Herriko Neskatxa Maite, de Benito Lertxundi.

 

Entre los asistentes se encontraban los miembros de la Mesa Inma Jurío, Yolanda Ibáñez, Juan Luis Sánchez de Muniáin y Maiorga Ramírez, los portavoces Javier Esparza (Navarra Suma), Ramón Alzórriz (PSN), Uxue Barkos (Geroa Bai), Bakartxo Ruiz (EH Bildu), Mikel Buil (Podemos-Ahal Dugu) y Marisa de Simón (I-E), Ana Ollo, Consejera Relaciones Ciudadanas e Institucionales, Martín Zabalza, director general de Paz, Convivencia y Derechos Humanos, José Miguel Gastón, director del Instituto de la Memoria, José Luis Arasti, delegado del Gobierno en Navarra, María Echávarri, concejal del Ayuntamiento de Pamplona, Santos Cerdán (Diputado) y Alberto Catalán (Senador).

 

La entrega de estos certificados de reparación moral responde a lo dispuesto en el párrafo 1 del artículo 4 de la Ley 52/2007, de 26 de diciembre, “por la que se reconocen y amplían derechos y se establecen medidas a favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la guerra civil y la dictadura”.

 

En virtud del citado artículo de la Ley de Memoria histórica, “se reconoce el derecho a obtener una Declaración de reparación y reconocimiento personal a quienes durante la Guerra Civil y la Dictadura padecieron los efectos de las resoluciones a que se refieren los artículos anteriores. Este derecho es plenamente compatible con los demás derechos y medidas reparadoras reconocidas en normas anteriores, así como con el ejercicio de las acciones a que hubiere lugar ante los tribunales de justicia”.

 

La relación de personas homenajeadas es la siguiente: Anastasio Lacasta Garasa, Valentín Lacasta Garasa, Eustaquio Lacasta Janices, José Lacasta Janices, Miguel Gil Isturiz, Cruz Juániz Zabalza, Macario Lafraya Malo, Andrés Rodriga de Benito, Blás Soret Peralta, Pedro Belloso García, Calixto Carbonero Nieto, Simón Elizalde Arana, Martín Gil Istúriz, Félix Herranz Iglesias, Ángel Antonio Herranz Lumbier, Francisco de Asís Herrnaz Lumbier, Santiago López Landa, Juan Urrizalqui Andueza, Martín Lozano Segura, José Ojer Campaña.

 

El acto se ha desarrollado de conformidad con las medidas de higiene, prevención y distancia de seguridad establecidas por Prevención de Riesgos Laborales, también en lo referido a los aforos máximos de cada estancia, en este caso el Atrio.