El Parlamento de Navarra aprueba una declaración política con motivo de la conmemoración del día 8 de marzo, Día Internacional de las Mujeres
“1.- El Parlamento de Navarra apuesta por la Colaboración Institucional, dentro del marco competencial propio, con el Gobierno de España en el desarrollo y aplicación de todas las medidas previstas en la Ley de Igualdad Efectiva entre Mujeres y Hombres junto con el Primer Plan Foral de Igualdad, con el objetivo de mejorar las condiciones de vida de las mujeres y avanzar hacia la igualdad real entre ambos sexos.
2.- El Parlamento Foral considera imprescindible el cumplimiento de la Ley Foral 2/2003 de 7 de marzo. Por ello, es necesario la puesta en marcha de Centros de Atención Integral para las mujeres; así como pisos de acogida.
3.- El Parlamento de Navarra apuesta por impulsar políticas de erradicación de la inestabilidad laboral, el desempleo y la temporalidad que sigue afectando esencialmente al empleo femenino y por impedir las diferencias retributivas que todavía persisten, pese a los avances en ambas cuestiones. Por eso, es importante el apoyo público a las empresas para la elaboración de Planes de Igualdad.
4.- Por otra parte, el Parlamento de Navarra considera necesario elaborar un Plan para la integración sociolaboral de mujeres inmigrantes e insistir en la corresponsabilidad entre hombres y mujeres en el cuidado de las personas y en los trabajos domésticos.
5.- Asimismo, el Parlamento Foral considera que, desde los poderes públicos, hay que favorecer la creación de servicios de apoyo temporales, para atender el cuidado de la infancia en situaciones específicas, como vacaciones escolares o actividades de tiempo libre; así como, realizar estadísticas que permitan visual izar el trabajo no remunerado que realizan las mujeres, enfatizando su importancia para la economía de la comunidad foral.
6.- Finalmente, el Parlamento de Navarra se posiciona a favor de las campañas de concienciación y sensibilización contra la violencia de género, campañas que involucren a todos los sectores de la sociedad, a la comunidad educativa y particularmente a los medios de comunicación, como principales formadores de opinión y eficaces aliados, que pongan en cuestión los estereotipos culturales que legitiman las conductas violentas contra las mujeres”.