Se insta a los gobiernos de Navarra y España a realizar de un estudio independiente y riguroso que evalúe los movimientos de tierra, sus causas, los efectos negativos que se están produciendo o podrían producirse en las viviendas, infraestructuras y terrenos de las localidades afectadas de Navarra y Aragón, así como las soluciones técnicas a desarrollar para asegurar la estabilización de la zona.

Se insta a prever un un mecanismo de comunicación y apoyo a los vecinos afectados, a fin de adoptar las medidas de seguridad apropiadas, valorar los daños sufridos y proceder a las indemnizaciones que correspondan con la mayor agilidad posible, evitando condenar a los afectados a peregrinar por oficinas y juzgados durante años.

Se aboga por concretar y adoptar, en el plazo máximo de dos meses, las medidas oportunas para estabilizar definitivamente los terrenos del embalse de Yesa y su entorno, de manera que se garantice la seguridad de la presa, de las personas, viviendas y demás infraestructuras.

Se insta a proporcionar la máxima información sobre la adopción de cualesquiera medidas y su resultado a todas las instituciones públicas y privadas interesadas y, en especial, a los vecinos de las localidades directamente afectadas en Navarra y Aragón.