La Presidenta del Parlamento, Ainhoa Aznárez, ha ofrecido hoy una recepción a una representación de los 21 niños saharauis de entre 7 y 12 años que, a iniciativa de la Asociación Navarra de Amigos del Sahara (ANAS), disfrutan del verano en la Comunidad Foral.

El encuentro ha tenido lugar en la Sala Institucional, donde la Presidenta ha saludado a los niños y ha agradecido a los familiares que los acogen durante los meses de verano el ejemplo de “solidaridad” que representan y la importante labor que realizan en la formación y la ayuda que prestan a los menores saharauis.

A ese respecto, Ainhoa Aznárez ha apuntado que “este acto, sencillo, bonito y emotivo, es buena muestra del apoyo institucional que tanto el Parlamento de Navarra como el Intergrupo Parlamentario Paz y Libertad para el pueblo Saharaui-Bakea eta Askatasuna Saharan vienen ofreciendo tanto en lo relativo a la labor de acompañamiento como en lo tocante a atender vuestras reivindicaciones. Porque tenemos claro que el subdesarrollo no es una fase del desarrollo, sino su consecuencia”.

Sobre la estancia en Navarra, la Presidenta ha indicado que “no es sólo un tiempo de vacaciones en paz y tolerancia, es también un tiempo de enriquecimiento mutuo. Cada navarro aprende de vuestra capacidad de hacer frente a las dificultades, sois un ejemplo de constancia y amor a vuestra tierra. Se impone seguir fortaleciendo vínculos entre los pueblos y las instituciones saharauis y navarras. Algún día celebraremos la independencia por la que todos luchamos”.

Aznárez ha concluido con un “agradecimiento y un recuerdo especial” a María Victoria Arraiza (Parlamentaria socialista fallecida en enero), “por la labor y cercanía que durante años desarrolló con vuestro pueblo. Y quiero recordar a todas las fuerzas parlamentarias que el apoyo a este pueblo es necesario y desde luego una deuda que el Estado español tiene con él”.

Por su parte, el delegado del Sáhara occidental en Navarra, Baladi Benamar, ha agradecido la generosidad de las familias que colaboran en la acogida de los niños y el apoyo que el Parlamento de Navarra realiza a la causa del pueblo saharaui.

La Asociación Navarra de Amigos del Sahara (ANAS) combina la acogida a menores saharauis en núcleos familiares de Navarra con “acciones de sensibilización” sobre la situación del pueblo saharaui.

ANAS lleva 18 años trayendo niños saharauis a pasar las vacaciones estivales en la Comunidad Foral. El objetivo es que los niños “se integren en la vida familiar”, aunque también se programan actividades conjuntas, caso de las visitas al Parlamento y a otras instituciones, excursiones y una fiesta final.

En la recepción han estado presentes también los Parlamentarios Carlos García Adanero, Mari Carmen Segura (UPN), Jokin Castiella, Isabel Aranburu, Virginia Alemán (Geroa Bai), Carlos Couso, Fátima Andreo (Podemos-Ahal Dugu), Inma Jurío, Nuria Medina y Ainhoa Unzu (PSN).

Reunión con la Presidenta

Previamente, la Presidenta del Parlamento de Navarra, Ainhoa Aznárez, ha recibido en su despacho a Baladi Benamar y Mohamed Gailani, delegado y subdelegado del Sáhara occidental y del Frente Polisario en Navarra, con los que, entre otros, ha abordado la situación actual en el Campamento de Refugiados de Tindouf.

Badadi Benamar y su adjunto han trasladado a la Presidenta su convicción de que en Navarra “se tiene una gran conciencia del mal que España hizo hace 40 años” a su pueblo, “lo que eso ha generado y lo que se está sufriendo por un conflicto sin resolver”.

También han explicado que quieren llegar a acuerdos con el mayor número de municipios de Navarra para que participen en el programa de colaboración y acogida de niños y niñas, un programa que ha llegado a traer hasta 300 menores y que actualmente, por la crisis y la falta de ayudas del Ejecutivo Foral, involucra a 113 niños y niñas, que son los que se han desplazado hasta Navarra este año.

Benamar y Gailani han precisado que Navarra es la única Comunidad Autónoma que no destina ayudas a esta asociación que trae niños y niñas dentro del programa Vacaciones en Paz, un viaje que costean las familias y que está cifrado en 750 euros.