Publicada el Donnerstag, 12 de April de 2018

Rechazadas las enmiendas a la totalidad de UPN, PSN y PPN al proyecto de Ley Foral de Residuos y su Fiscalidad

GB, Bildu, Podemos e I-E destacan la apuesta por la prevención, la reutilización y el reciclado y desoyen las quejas sobre las medidas impositivas, organizativas y de gestión

El Pleno del Parlamento de Navarra ha rechazado hoy, con los votos en contra Geroa Bai, EH Bildu, Podemos-Ahal Dugu e Izquierda-Ezkerra, las enmiendas a la totalidad formuladas por UPN, PSN y PPN al Proyecto de Ley Foral de Residuos y su Fiscalidad.

 

UPN, PSN y PPN han intercambiado el respaldo a sus enmiendas a la totalidad, obteniéndose en todos los casos un respaldo insuficiente para consumar la devolución del texto al Gobierno.

 

El proyecto de Ley Foral remitido por el Gobierno tiene por objeto prevenir la generación de residuos, mejorar su gestión, avanzar en la economía circular y profundizar en la lucha contra el cambio climático, todo ello en consonancia con el Plan de Residuos de Navarra 2017-2017 para, en el marco de las competencias de la Comunidad Foral, alcanzar las metas establecidas en la normativa europea.

 

A tal efecto, el proyecto de Ley concreta las medidas organizativas y los instrumentos económicos necesarios para abordar la prevención y la correcta gestión de los residuos, incentivando su reducción y aprovechamiento mediante la reutilización y el reciclado, desincentivando la incineración y la eliminación en vertedero, y estableciendo el régimen jurídico del impuesto llamado a gravar ambas prácticas.

 

Entre los propósitos destacados del proyecto se encuentran también la regeneración de los espacios degradados y la descontaminación de los suelos, la implementación de un régimen competencial y organizativo de las administraciones públicas de Navarra, y la garantía de una adecuada coordinación entre la Administración y las Entidades Locales para la gestión de los residuos domésticos y comerciales, tanto a nivel de transporte y tratamiento como de recuperación de materiales.

 

En el Plan de Residuos 2017 se recoge ya un Programa de Prevención específico con el fin de invertir la pirámide de jerarquía de residuos y lograr que prime la prevención sobre la eliminación. En línea con esta directriz, el proyecto de Ley dedica el Título IV a detallar las medidas de prevención y gestión que se pondrán en marcha: la Oficina de Prevención de Residuos e impulso de la economía circular, la compra pública verde, la recogida selectiva de la materia orgánica de residuos domésticos y comerciales, y la preparación para la reutilización y el reciclado. Además, regula la utilización de bolsas de plástico y la venta de vajilla de un solo uso, establece medidas de prevención de envases y pautas en otros sistemas de gestión y en eventos públicos, así como la realización de campañas de sensibilización, acompañamiento e información.

 

El nuevo Ente Público de Residuos de Navarra estará integrado por las Entidades Locales y la Administración de la Comunidad Foral y adoptará la forma jurídica “más adecuada” para cumplir su función gestora, garantizándose que en el órgano de decisión tendrán “presencia mayoritaria” las entidades locales competentes. La forma jurídica se definirá en los próximos seis meses, fecha en la que también quedará disuelto el actual Consorcio.

 

En lo referente a la fiscalidad y para asegurar la financiación de esta nueva política de residuos, el proyecto establece el Impuesto sobre la eliminación en vertedero y la incineración, con el fin de fomentar la prevención, la preparación para la reutilización y el reciclado. Se establece esta fiscalidad para garantizar la sostenibilidad económica del control, evaluación y gestión de los residuos, penalizando económicamente en función de la generación de residuos.

 

Los ingresos de este impuesto integrarán una partida presupuestaria específica, denominada Fondo de Residuos, que se destinará exclusivamente a los fines previstos en el proyecto de Ley: acciones de sensibilización y de investigación en prevención; mejora de los sistemas de recogida selectiva y transporte; recuperación de zonas degradas y suelos contaminados; y acciones de preparación para la reutilización, entre otros.

 

Se trata de un impuesto llamado a desaparecer, puesto que se paga por la eliminación en vertedero, de modo que cuanto menos destine al vertedero una Mancomunidad, menos pagará su ciudadanía.

 

Según datos de 2015, Navarra produjo 266.530 toneladas de residuos domésticos y comerciales, lo que supone que cada persona generó 1,14 kg al día. Sólo un 33% del total fue recogido y tratado selectivamente, frente al reto de llegar al 70% fijado por el Ejecutivo foral para la próxima década.

 

Aunque Navarra presenta una tasa muy elevada en el reciclaje de envases, papel-cartón y vidrio, la separación en los domicilios de la materia orgánica no está tan implantada. Con el fin de lograr que sea mayoritaria, el Plan de Residuos de Navarra recoge que entre 2017 y 2018 se va a desplegar la recogida de materia orgánica a todos los rincones de la Comunidad Foral, con el sistema que decida cada Mancomunidad.

 

El G.P. UPN ha justificado la enmienda a la totalidad en el carácter “genérico y voluntarista” de una Ley que, en vez de ofrecer “estabilidad y certezas en un tema tan importante como el cambio climático, genera todo tipo de incertidumbres en relación con las medidas organizativas de gestión, los órganos encargados de llevarlas a cabo y los instrumentos económicos que se quieren crear para ello”.

 

Así, se cuestiona el nuevo Impuesto sobre la eliminación en vertedero y la incineración de residuos porque, “lejos de suponer la aplicación del principio quien contamina paga, resultará abonado por todos los navarros a través de las Mancomunidades, que son las que tratan el vertido. El gravamen, que entrará en vigor el 1 de julio, responde al afán recaudatorio del Gobierno, que será quien gestione la recaudación a través del Fondo de Residuos”.

 

En ese contexto, UPN pone en cuestión el procedimiento empleado, “justo el contrario al habitual, pues primero debería haberse debatido y aprobado la Ley y a continuación el Plan de Residuos de Navarra. Las dos únicas competencias nuevas que prevé esta Ley son las concernientes al cobro y gestión del citado impuesto y a la gestión del Fondo de Residuos de Navarra. Y en cuanto al Ente Público de Residuos de Navarra, quedan cosas importantes sin concretar”.

 

En su enmienda a la totalidad, el G.P. PSN arguye que, si bien la Ley es necesaria para ordenar jurídicamente el Plan de Residuos de Navarra, instrumento básico de la política de prevención y gestión de los residuos, la alteración del orden habitual de tramitación “ha condicionado significativamente” la redacción del proyecto.

 

A ese respecto, se asegura que esta Ley “no resuelve la situación ni la gestión de los residuos, pues hace que Navarra llegue al año 2027 en una situación que le aleja de la normativa europea en cuanto a la cantidad de residuos a depositar en vertedero”.

 

En ese sentido, se indica que la Comunidad Foral quedará en una tesitura “precaria” para hacerse cargo de sus propios residuos con fin en vertedero, dado que “no se contempla la apertura de nuevos depósitos, pese a que los que están actualmente en uso tienen una vida limitada”.

 

Por otra parte, se apercibe sobre la “incertidumbre” que el Ente Público de Residuos de Navarra genera en las Entidades Locales, ya que “tanto su constitución, como su estructura y funcionamiento carecen de definición”.

 

La A.P.F. PPN ha basado su petición de devolución en la convicción de hallarse ante un proyecto que destaca por su “inseguridad jurídica”, tanto en lo relativo a la implantación del Sistema de Depósito, Devolución y Retorno (SDDR), que “al afectar a la responsabilidad ampliada del productor en materia de envases podría vulnerar la Ley de Garantía de Unidad de Mercado”, como en lo tocante a la creación del Fondo de Residuos de Navarra, cuya dotación y actuaciones “podrían entrar en conflicto con la legislación estatal de envases y residuos de envases”.

 

Por último, el PPN pone de relieve el “afán recaudatorio” de la Ley y la creación de nuevas estructuras que, como el Ente Público de Residuos de Navarra, cuentan con un marco temporal de implantación “inadecuado” y van a suponer “duplicidad y gasto”.

 

Geroa Bai, EH Bildu, Podemos-Ahal Dugu e Izquierda-Ezkerra han amparado su oposición a las enmiendas a la totalidad en las prioridades de un proyecto que, centrado en la preservación del medio ambiente y la salud humana, prima la prevención, la reutilización y el reciclado sobre la incineración y la eliminación en vertedero”.

 

Una vez rechazada su devolución al Gobierno, el Proyecto de Ley Foral de Residuos y su Fiscalidad será dictaminado en la Comisión de Desarrollo Rural, Medio Ambiente y Administración Local (se han registrado 23 enmiendas parciales), cuyo dictamen será elevado a Pleno, para el definitivo debate y votación

 

  • www.parlamentodenavarra.es

  • Publicación del proyecto de Ley Foral (BOPN, n.º 157, de 22-12-2017)

  • Publicación de las enmiendas a la totalidad (BOPN, n.º 25, de 27-02-2018)

     

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