El Presidente asiste en Javier a la celebración religiosa en honor al patrono de Navarra
El Parlamento de Navarra hizo coincidir en 1985 el Día de Navarra con la festividad de San Francisco Javier, por ser prototipo del navarro universal abierto a las culturas y a los pueblos
El Presidente del Parlamento de Navarra, Alberto Catalán Higueras, ha asistido esta mañana en la basílica de Javier a la celebración religiosa con motivo de la festividad del patrón de la Comunidad Foral, San Francisco Javier, en el 461 aniversario de su muerte, que ha sido oficiada por el arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela, Francisco Pérez.
Cabe recordar que el Parlamento de Navarra hizo coincidir en 1985 el Día de Navarra con la festividad de San Francisco Javier por ser “prototipo del navarro universal abierto a las culturas y a los pueblos”.
La misa ha comenzado a las 9.45 horas con la presencia de los miembros del Ejecutivo foral; el presidente del Parlamento; la delegada del Gobierno en Navarra, Carmen Alba; y la alcaldesa de Javier, María José Guindano, entre otras autoridades.
Como es tradición, la comitiva de autoridades ha efectuado la entrada a la basílica precedida por el rey de armas y maceros. Tanto a la entrada como a la salida se ha interpretado el Himno de Navarra, composición musical denominada “Marcha para la entrada del Reyno”.
En su homilía, el arzobispo de Pamplona ha recordado la figura del Santo, aludiendo a que “Javier es un modelo de misionero de ideales nobles y una figura que se agranda con el paso de los siglos, y símbolo de la nueva evangelización que propone el papa Francisco en su última exhortación”. En otro momento, el arzobispo ha destacado que “parece que fomentamos una sociedad entristecida y, sin embargo, debemos llevar la alegría en la fe y la esperanza. Debemos superar las diferencias todos unidos, pues más vale estar unidos y ser pobres, que enfrentados en la riqueza”.
Previamente, al comienzo de la eucaristía, el rector del Santuario de Javier, Javier Cortabarría, ha pedido “al Señor, a través de San Francisco, por Navarra, por sus gobernantes y ciudadanos, especialmente por los que tienen más necesidades, para que nos infunda el espíritu misionero en el momento y el lugar que nos toca vivir”.