Publicada el Samedi, 18 de avril de 2015

Recepción a los participantes en la concentración de los tradicionales Pendones Leoneses en Pamplona

El acto ha incluido un reconocimiento a la figura del polifacético creador dominico navarro Miguel Iribertegui, autor de la escultura a los Pendones Leoneses

El Presidente del Parlamento, Alberto Catalán, ha ofrecido hoy una recepción a los participantes en la Concentración de los tradicionales Pendones Leoneses que, con motivo del nombramiento de León como cuna del Parlamentarismo Europeo “en estrecha unión con el Legislativo Foral”, tiene lugar este fin de semana en Pamplona.

El acto ha tenido lugar en la Sala Institucional de la sede de la Cámara y ha contado con la asistencia de Maite Esporrín, Secretaria Primera de la Mesa, Enrique Maya, Alcalde de Pamplona, Jaime Valdeomillos, presidente de la Casa de Castilla y León en Navarra, Juan Pablo García, concejal de Fiestas, Cultura y Patrimonio del Ayuntamiento de León, Luis Bandera Rodríguez, presidente de la Asociación de Pendones del Reino de León, además de unos 150 miembros de las citadas entidades.

Tras la interpretación de los himnos de Navarra y Castilla y León a cargo del Grupo de dulzainas de la Casa Regional de Castilla y León en Navarra, Alberto Catalán ha expresado su satisfacción por tener la oportunidad de fundir a Navarra y León en la celebración de los orígenes del Parlamentarismo, así como en el reconocimiento de la figura de Miguel Iribertegui, un artista multidisciplinar “aún por descubrir”, al que en León recuerdan en su condición de autor de la escultura a los Pendones Leoneses.


El Presidente se ha referido al reconocimiento otorgado en 2013 por la UNESCO a León como cuna del Parlamentarismo y, a ese respecto, ha trazado un paralelismo entre las Cortes Leonesas y las Cortes Navarras en cuanto precursoras de la democracia participativa.


“Dicen que desde la antigua Grecia no se había dado una democracia representativa tan avanzada como la que propició Alfonso IX en el viejo Reino de León en el año 1188. Es obvio que Navarra y León compartimos lazos de unión que nos hacen sentirnos orgullosos de nuestro pasado, pero también de nuestro futuro, en este caso como partes integrantes de ese proyecto común que es España”.


Así, tras evocar los vínculos entre León y Navarra forjados a partir de la historia, Catalán ha aludido a uno de los más genuinos símbolos leoneses, los pendones, “muestra inequívoca de la importancia del medio rural. Los concejos a los que representan constituyen la base del equilibrio territorial, de ahí la trascendencia de seguir ensalzando esas culturas y tradiciones. Sólo me resta decir que la Comunidad de Castilla y León radicada en Navarra forma parte intrínseca de la realidad de este pueblo”.


Jaime Valdeomillos, presidente de la Casa de Castilla y León en Navarra, ha agradecido la deferencia del Parlamento de Navarra y ha recordado la “tremenda ilusión con la que hemos preparado durante dos años esta visita a Navarra. Queríamos pasear los pendones por las calles de Pamplona. Encarnan nuestra identidad como pueblo, nuestra historia y nuestra apuesta por la cultura, la tradición y el futuro”.


Juan Pablo García, concejal de Fiestas, Cultura y Patrimonio del Ayuntamiento de León, ha destacado el carácter precursor de la Carta Magna Leonesa elaborada por las Cortes de Alfonso IX, no en vano c”onsagra 30 años antes que los británicos derechos y libertades que hoy seguimos considerando esenciales”. Además, se ha congratulado del carácter “hospitalario y trabajador” de navarros y leoneses y se ha confesado “orgulloso de haber podido traer hasta aquí parte de nuestra historia, los pendones”.


El acto ha concluido con un reconocimiento a Miguel Iribertegui, autor de la escultura a los Pendones Leoneses. Lucía y Valero, hermanos del artista, y Jesús Galdeano, Prior de los Dominicos de Villava, han recogido el obsequio de manos de Alberto Catalán y una representación de la Asociación de Pendones Leoneses, entidad desde la que se ha definido al “padre Mikel como un enlace firme, un eslabón de Navarra en el Camino que la une con León”.

Miguel Iribertegui, predicador dominico, creador artístico e intelectual, modeló en barro de la tierra un grupo que luego fundió en bronce, en el que “se refleja el esfuerzo del alzado, la unión, la fuerza y el equilibrio del conjunto. Supo entender y recoger el significado y sentido de los estandartes concejiles con mayor objetividad y trascendencia que los propios pendoneros”.

La obra adquirido por el Ayuntamiento de León con la idea de erigir un monumento a los Pendones, objetivo que esperan completar en breve merced al mecenazgo de un grupo de paisanos arraigados en México.

La Asociación de Pendones del Reino de León nace en 2004 con el objetivo fundamental de recuperar y difundir los pendones concejiles y sus valores. De origen medieval, los pendones son imponentes varas de entre siete y trece metros con vivas telas de seda adamascada. No son ni enseña señorial ni bandera al uso. Se trata más bien de auténticos tótems de los pueblos, un elemento de identidad más de su forma de organización: el Consejo.