‘La Paz Precaria’ dibuja en el Parlamento de Navarra una Colombia con grandes dificultades para la reparación
El refugiado colombiano Javier Orozco explicó en la charla ofrecida el miércoles a la tarde que en la guerra no solo hay víctimas, también hay grandísimos beneficiados
El Parlamento de Navarra acogió ayer la charla ‘Colombia y su paz precaria’ dentro de las jornadas organizadas por Amnistía Internacional, PBI-Nafarroa, Mugarik Gabe, Aldea y Protección Internacional, entidades que llevan dieciocho años llamando la atención sobre el conflicto en Colombia.
La charla de ayer corrió a cargo de Javier Orozco Peñaranda, refugiado colombiano, perteneciente al colectivo ‘Refugiado/as Luciano Romero’ y coordinador del programa asturiano de atención a víctimas de la violencia en Colombia. La presentación de la jornada corrió a cargo de la Presidenta del Parlamento, Ainhoa Aznárez Igarza, quien agradeció a los colectivos organizadores que hagan lo necesario para que “no nos olvidemos que allí, a 8.037 kilómetros de nuestro país hay millones de personas que llevan años, y años, décadas, sufriendo una guerra cruel, atemorizados por la violencia con las consecuencias que esto genera”, dijo Aznárez.
En la mesa de “Colombia, la paz precaria” tomó parte también la activista de Amnistía Internacional, Marian Martín, quien recordó las cifras de un conflicto que no han cesado con la firma de la paz, sino que diariamente siguen sucediéndose. “265.000 personas muertas, 6 millones de personas desplazadas, 45.000 víctimas de desaparición forzada”, recordó Marian Martín.
Por su parte, el refugiado Javier Orozco hizo una reflexión crítica sobre la firma de la paz ya que apuntó a que “se cumplió lo que un bloque del gobierno quería, desarmar a la izquierda, pero el Estado no ha abandonado la estrategia de guerra sucia a través de los paramilitares. De hecho ni siquiera admiten que existan a pesar de las pruebas abrumadoras. Con una población como la española, Colombia tiene medio millón de militares”, aseguró Orozco.
En este sentido, Orozco apuntó a la precariedad de la paz, porque a la ciudadanía, a colombianos y colombianas desplazadas, y despojados de sus tierras no se les va a restituir, “un despojo territorial que han supuesto más de 8 millones de hectáreas. Porque no debemos olvidar que en la guerra no solo hay víctimas, también hay grandísimos beneficiados”, reflexionó Orozco, quien añadió que “ahora llegó la hora de los negocios para Colombia, negocios que dejan un reguero de muertos en el camino”