El consejero de Cohesión Territorial del Gobierno de Navarra, Bernardo Ciriza, ha manifestado que las obras de la segunda fase del Canal de Navarra se iniciarán esta legislatura y ha precisado que está a la espera de la reunión del Consejo de Administración de Canasa, "donde se tomará la decisión de cómo llevar el agua a la Ribera, una decisión que se prevé se tome antes de fin de año".

Ciriza ha ofrecido esta información en el Pleno de Control, donde ha respondido a una interpelación de Navarra Suma acerca del Canal, del que ha dicho que es "una apuesta por el equilibrio territorial vinculada al impulso de la igualdad de oportunidades para el mundo rural".

Según ha continuado, el Canal "pretende también dotar de un factor de producción imprescindible como es el agua. Es un proyecto clave para mejorar la cantidad, calidad y garantía de los abastecimientos urbanos", ha añadido.

El consejero ha detallado que la zona regable total del Canal de Navarra asciende a 53.125 hectáreas, de las que 22.469 de la primera fase están operativas desde la campaña de riego de 2011. El consumo de agua de 2019 en la primera fase, ha expuesto, se ha elevado a 8,75 hm3.

En relación con la ampliación de la primera fase, con una superficie prevista de 15.275 hectáreas, ha comentado que se encuentran ejecutadas y en explotación 6.367 hectáreas. El consumo de 2019 en esta ampliación es de 28,5 hm3.

Ciriza ha indicado que la ejecución actual de las obras pendientes de la ampliación del Canal se encuentran en proceso de impulsión. "Se está trabajando en la consecución de la total ejecución de Arga 4 Peralta que finalizará para la campaña de cultivos de primavera-verano de 2021".

Además, el consejero ha comentado que se está trabajando en el ramal de Ega. "Se hallan en proceso de revisión y aprobación los proyectos constructivos de Ega 2 y Ega 4 y se encuentra en proceso de constitución de la comunidad de regantes de Ega 4", ha afirmado, para precisar que está muy avanzada la concentración parcelaria de Ega 6.

Según ha concretado, "la construcción de la primera fase del Canal y de parte de la ampliación se traduce en un incremento relevante de la superficie de regadío de Navarra, un aumento de la productividad bruta del agua de riego o menores costes del sistema que generan una situación competitiva". También ha asegurado que se traduce en un incremento de empleo en el regadío y en la agroindustria, que podrían generar 7.000 puestos de trabajo en la zona regable del Canal de Navarra en su conjunto.

Sobre la segunda fase, Ciriza ha manifestado que "se han dado bastantes pasos". No obstante, ha dicho que los tiempos de las Administraciones "no son siempre los que nos gustarían. No podemos avanzar todo lo rápido que quisiéramos", ha significado.

Ha indicado así que por primera vez en años se ha reunido la comisión de seguimiento y están a la espera de una nueva reunión y del Consejo de Administración de Canasa, "donde se tomará la decisión de cómo llevar el agua a la Ribera, una decisión que se prevé se tome antes de fin de año".

Miguel Bujanda (Navarra Suma) ha declarado que le "agrada" y "alegra" que se inicien las obras esta legislatura. Y ha esperado que "cuando termine esta legislatura no tengamos que sacar incumplimientos". Ha agregado que la decisión de la primera fase fue "acertada y bien tomada y da pie y urge a la construcción de la segunda fase".

Jorge Aguirre (PSN) ha atribuido a su partido el "desbloqueo" de la situación por su "compromiso con esta infraestructura, en la que creemos absolutamente", por lo que ha pedido a NA+ que "no pretenda generar miedo en la sociedad" con sus dudas y apoye los próximos Presupuestos Generales del Estado, "buenos para Navarra".

Mikel Asiain (Geroa Bai) ha lamentado que, “más que para ofrecer solución”, el discurso de NA+ en este asunto “da la sensación de que pretende hacer un relato que sustente su objetivo político de intentar culpar al Gobierno actual y al anterior de los retrasos de esta infraestructura, cuando "la verdadera paralización tuvo lugar en 2013 con UPN”.

Adolfo Araiz (EH Bildu) ha cuestionado la "pretendida sostenibilidad" con la que adornan este proyecto los grupos que lo apoyan, ha esgrimido argumentos de organizaciones ambientalistas que lo rechazan por los "consumos de agua y energía desorbitados" que generará, y ha alertado de que "hay mejores alternativas que se están dejando perder" por un "proyecto insostenible desde el punto de vista medioambiental".

Ainhoa Aznarez (Podemos-Ahal Dugu) ha pedido dos "compromisos", el primero con la gestión y la conservación de los recursos hídricos y el segundo con los pueblos afectados por la construcción del embalse de Itoiz, con los que hay "un debe" desde hace años que debería pagarse.

Marisa de Simón (I-E) ha recordado que la paralización del proyecto en su segunda fase data de los gobiernos de UPN, y ha abogado por llevar agua de boca y de riego a la Ribera, "pero la necesaria y suficiente y en las condiciones de accesibilidad que permita a los regantes comprar ese agua".