Publicada el Jeudi, 20 de janvier de 2022

El Pleno del Parlamento  rechaza la propuesta de reprobación de la Consejera y del Director General del Departamento de Salud

Navarra Suma habla de “deterioro generalizado de la sanidad pública”, pero no logra apoyos a su petición de exigir un inmediato cambio de rumbo en la política y la gestión

El Pleno del Parlamento ha rechazado hoy, con los votos en contra de PSN, Geroa Bai, Podemos-Ahal Dugu e I-E, la abstención de EH Bildu y el voto a favor de Navarra Suma, la propuesta para “reprobar políticamente en el ejercicio de sus funciones a la Consejera de Salud y al Director General de Salud del Gobierno de Navarra”.

 

En la exposición de motivos, la moción impulsada por el G.P. Navarra Suma planteaba un “cambio de rumbo en la política y la gestión sanitaria” para tratar de revertir el “deterioro generalizado de la sanidad pública producido en esta legislatura”, un período marcado por la “autocomplacencia y el reiterado incumplimiento de compromisos adquiridos”.

 

Al hilo de lo apuntado, se hablaba de las consecuencias que la “inacción y el abandono tendrán a medio y largo plazo en la salud de las personas” y, ya en lo relativo a la Covid, de una gestión “absolutamente mejorable”, como prueba la “presión hospitalaria derivada de la altísima presión asistencial en Atención Primaria, a pesar de la extraordinaria implicación del personal sanitario y sociosanitario, cuyo malestar y descontento” resultan evidentes.

 

Así, tras poner de relieve que Navarra ha sido la Comunidad “con mayor incidencia de Covid-19”, se insistía en la “ausencia de autocrítica”, pese a la proliferación de “errores evitables” tales como el “desastre en rastreo y la falta de utilización de la capacidad de test que se tenía en la primera ola”.

 

A modo de colofón, se insistía en que, pese a contar “con el mayor gasto histórico en sanidad, peonadas y conciertos”, se han registrado “los peores tiempos de espera en cirugía, primera consulta y revisiones”. Además, continúa el “colapso telefónico”, y se mantienen las “barreras a la presencialidad” en Atención Primaria, un sector “saturado” que se siente “abandonado y sin apoyo del Gobierno”.