Publicada el Mittwoch, 9 de November de 2022

La Comisión de Cultura y Deporte visita el barrio del aserradero de Ekai de Lónguida

El Ayuntamiento pide respaldo presupuestario para impulsar un plan que permita la conservación y puesta en valor de este espacio y reconvertirlo en un recurso cultural y turístico

La Comisión de Cultura y Deporte ha visitado hoy el barrio del aserradero de Ekai de Lónguida, un espacio que albergó la empresa maderera El Irati S.A., motor de desarrollo para Aoiz y su comarca durante gran parte del siglo XX y que actualmente se encuentra en estado de ruina.

 

Las y los Parlamentarios que han asistido han sido Raquel Garbayo (G.P. Navarra Suma), Virginia Magdaleno (G.P. PSN), Ana Ansa (G.P. Geroa Bai) y Maiorga Ramírez (G.P. EH Bildu).

 

La delegación del Legislativo ha sido recibida por Roberto Zazpe, alcalde de Lónguida, Ángel Martín Unzué, alcalde de Aoiz, Carlos Oroz, alcalde de Arce, Carlos García, agente de Desarrollo de Cederna Garalur, Amaia Flores del Redal, dinamizadora turística de Cederna Garalur, Victor Manuel Egia, investigador, y Jose Mari Arcos y Víctor Honorato, redactores del plan director de recuperación del proyecto.

 

El objetivo de la visita, realizada a instancias de todos los grupos parlamentarios, ha sido “valorar el estado actual del conjunto de cara a impulsar un plan que permita la conservación y puesta en valor de este paisaje singular y patrimonio industrial de Navarra”.

 

La visita ha comenzado en el Ayuntamiento de Aoiz, donde la delegación parlamentaria ha podido visitar la exposición sobre El Irati S.A, en la que destaca una maqueta que reproduce con gran detalle todos los elementos del barrio del aserradero de Ekai de Lónguida.

 

A continuación, ha tenido lugar una reunión en la que Carlos García, agente de Desarrollo en las Cuencas Prepirenaicas de Cederna Garalur, ha advertido de que podría ser “la última oportunidad” de recuperación de este espacio. “Se trata de un ejemplo de patrimonio industrial, arqueológico, histórico y artístico”, que tiene una importancia “estratégica” porque coincide en el tiempo con la materialización de dos grandes corredores verdes que van a transcurrir a través de él. Este año se iniciarán las obras de la Vía Verde del Tren Irati (ferrocarril eléctrico que transportaba la producción de la empresa), y también se ejecutan ya las de la ruta ciclista EuroVelo 3, que compartirá el trazado.

 

El alcalde de Lónguida, Roberto Zazpe, recuerda que un municipio como el suyo (valle de 280 habitantes) no dispone de recursos para realizar una intervención así, por lo que pide al Gobierno de Navarra que la lidere. En concreto, han pedido a los grupos parlamentarios que presenten enmiendas a los Presupuestos Generales de Navarra para 2023 por un importe total de “unos 70.000 euros” para poder realizar un plan de orientación de acciones y así “poder arrancar con la parte de proposición urbanística”. “El conjunto es de propiedad particular, por lo que si la decisión es mantenerlo, se debería recurrir a un PSIS, a expropiar o a llegar a acuerdos con los dueños”, explica.

 

Las primeras actuaciones, y las más “urgentes”, según han avanzado José Mari Arcos y Víctor Honorato, redactores del plan director de recuperación del proyecto, se centrarían en dotar de seguridad el conjunto, derribando los edificios más deteriorados y protegiendo los que estén en condiciones de recuperación -la nave de destilería, la chimenea, la dársena y el edificio de oficinas-. Asimismo, se debe descontaminar el suelo, ya que en el recinto fabril también se producían carbón y productos químicos.

 

De la mano de Victor Manuel Egia, investigador del desarrollo industrial de Navarra y autor del libro “El Irati S.A., el sueño de Domingo Elizondo”, han conocido la historia y el funcionamiento de esta empresa maderera, fundada en 1907 por el aezkoano Domingo Elizondo y que fue “una de las empresas más importantes de la primera mitad del siglo XX”.

 

Creada para la explotación de la madera del bosque del Irati, fue una empresa multidisciplinar, puesto que gracias a sus centrales situadas a lo largo del curso del río Irati fue capaz de producir energía eléctrica, no sólo para consumo propio sino para suministro a otras fábricas. De la explotación de los montes de Aezkoa hacía descender la madera por el río hasta Aoiz y el aserradero de Ekai de Lónguida, desde donde viajaba a Pamplona en un ferrocarril propio que recibió la misma denominación. De hecho, lo que sin duda dio fama y nombre a El Irati fue ese ferrocarril, especialmente desde 1911, año de su apertura al servicio público de mercancías y viajeros.

 

El Irati sirvió de unión entre las dos principales ciudades del norte de Navarra, Pamplona y Sangüesa, y dejó huella en todas las localidades que atravesó hasta 1955, año en el que el ferrocarril dejó de funcionar. En su factoría de Ekai de Lónguida la empresa contaba con un aserradero y con una planta para la producción de carbón vegetal. Además, aprovechaba los gases producidos en el proceso para la destilación de ácido acético y otros productos químicos.

 

Seguidamente, los parlamentarios y parlamentarias se han trasladado al barrio del aserradero para conocer in situ el estado actual del conjunto. Asimismo, han hecho acopio de la información para, dado el caso, emprender las iniciativas que estimen oportunas.