Publicada el Friday, 2 de October de 2009

La Presidenta del Parlamento destaca la "importante contribución social" de un órgano ligado al "fortalecimiento del sistema educativo y al desarrollo y el progreso de nuestra sociedad democrática"

La Presidenta del Parlamento, Elena Torres Miranda, ha destacado hoy en la apertura del Acto Institucional que, con motivo del 180 aniversario de la Junta Superior de Educación, ha organizado el Legislativo Foral en colaboración con el Consejo Escolar de Navarra, la “importante contribución social” de un órgano cuya historia ha ligado al “fortalecimiento del sistema educativo” y, por ende “al desarrollo y al progreso de nuestra sociedad democrática”.

La Presidenta ha subrayado que la celebración de esta efemérides en sede Parlamentaria viene a simbolizar el “vínculo” existente entre la Institución y la comunidad educativa, en cuanto representantes del “compromiso voluntario con la deliberación y la toma de decisiones en cuestiones que afectan a toda la ciudadanía, en vuestro caso en materia formativa”.

Así, tras poner en valor el “papel fundamental” que la Junta Superior de Educación ha tenido en la “regulación de la enseñanza no universitaria”, Elena Torres ha abogado por dar continuidad al “tradicional apoyo” de las instituciones forales a lo que es un “derecho universal” concebido para “favorecer el progreso” y “generar bienestar” a partir del principio de “igualdad de oportunidades”.

“Apostar por la educación”, ha señalado la Presidenta, significa “invertir en libertad” y, por tanto, “profundizar en los fundamentos del sistema democrático”, cuestión en la que el Legislativo, con la Ley de bases de Educación en “proceso de debate”, se encuentra inmerso a fin de “consensuar un texto capaz de situar a nuestro sistema formativo al máximo nivel”.

A ese respecto, Elena Torres ha advertido que para poder seguir “disfrutando de una Educación de reconocida calidad” resulta imprescindible “afrontar los retos y las exigencias derivadas de los continuos cambios sociales y de los incesantes avances tecnológicos”, factores éstos que obligan a estar en “permanente estado de alerta para, aportando los recursos precisos, atender las necesidades de padres, profesores y alumnos”.

Dicho lo cual y tras “felicitar en la persona de los actuales miembros del Consejo Escolar a todos cuantos han contribuido a mejorar el sistema educativo” de la Comunidad foral, la Presidenta ha concluido reiterando el “reconocimiento de la sociedad navarra y de sus instituciones” hacia quienes han dedicado su “esfuerzo” a apuntalar una “conquista social fundamental, la educación para todos”.

El acto, que ha comenzado con un saludo protocolario al que ha seguido la interpretación del himno de Navarra, ha incluido también las intervenciones de Teresa Úcar Echagüe, Presidenta del Consejo Escolar de Navarra-Junta Superior de Educación; Guillermo Herrero Maté, exPresidente del Consejo Escolar; Eva Almunia Badía, Secretaria de Estado de Educación y Formación Profesional; y Miguel Sanz Sesma, Presidente del Gobierno de Navarra.

Entre los asistentes, se encontraban las primeras autoridades de la Comunidad Foral, los miembros del Consejo Escolar de Navarra y los presidentes de los consejos escolares de todas las Comunidades Autónomas. También ha acudido Alberto Catalán, nuevo Consejero de Educación del Ejecutivo Foral.

Teresa Úcar, Presidenta del Consejo Escolar de Navarra-Junta Superior de Educación, ha centrado su alocución en elogiar la “visión” que, en un contexto generalizado de “crisis agraria”, tuvieron las últimas Cortes del Reino de Navarra al apostar por la Educación, algo que hicieron “invirtiendo en infraestructuras, mejorando los procesos de formación y selección de docentes, fomentando la colaboración de las entidades locales y promoviendo la instrucción de un sector de población entonces estratégico, la mujer”.

Por su parte, Guillermo Herrero Maté, exPresidente del Consejo Escolar, ha pronunciado una conferencia titulada ‘La necesaria participación en la educación del siglo XXI’. En el curso de su exposición, ha reclamado, entre otros, “mecanismos de control y evaluación para todos los miembros de la comunidad educativa”, así como “mayor participación de las familias”. La acción educativa, ha concretado, “debe basarse en afecto, sentimientos y sentido común”.

Seguidamente, ha tomado la palabra Eva Almunia Badía, Secretaria de Estado de Educación y Formación Profesional, quien, después de agradecer la oportunidad de “rendir homenaje a una de las más antiguas instituciones del país”, ha resaltado la aportación de la Junta Superior de Educación de Navarra a la creación de un “modelo educativo propio”.

Almudia ha aludido a la “capacidad transformadora de la política educativa”, una “demanda social” basada en la “equidad y la cohesión social”, dos “elementos propios” de un sistema educativo que tanto el “Departamento de Educación como el Gobierno” tienen “voluntad de abordar” hasta converger en el “primer pacto Social y Político en la materia”.

Por último, el Presidente del Ejecutivo Foral, Miguel Sanz, ha cerrado el acto con una intervención en la que ha glosado el origen y la trayectoria de un órgano que, surgido a iniciativa de las Cortes del Reino el 11 de enero de 1829, “constituye un símbolo de la autonomía educativa que ha ejercido Navarra a lo largo del tiempo”.

Sanz se ha referido también a la Junta Superior de Educación de Navarra, hoy Consejo Escolar, como muestra de la “preocupación permanente de la sociedad y sus instituciones por los temas educativos” y, en ese sentido, ha instado a alcanzar un “pacto general sobre Educación que evite los continuos golpes de timón derivados de las mayorías parlamentarias de uno u otro partido”.

La ceremonia, organizada conjuntamente por el Parlamento y el Consejo Escolar de Navarra-Junta Superior de Educación, ha concluido con un vino de honor.

La interpretación musical ha corrido a cargo del Coro del Instituto de Educación Secundaria ‘Sancho III el Mayor’ de Tafalla.

La Junta Superior de Educación de Navarra se constituyó el 18 de agosto de 1829 bajo la presidencia de Benito Antillón y al amparo de la Ley XXII sobre la Instrucción de la Enseñanza Pública de Primeras Letras, promulgada por las últimas Cortes privativas del Antiguo Régimen el 11 de enero de 1829.