Se insta al Gobierno de Navarra a diseñar un protocolo para que las administraciones correspondientes, local o foral, actúen con celeridad ante defectos en los elementos estructurales de los centros educativos, sean estos debidos a problemas arquitectónicos, a problemas derivados del terreno en el que están ubicados o a factores relacionados con el deterioro de las instalaciones no atribuibles a un deficiente mantenimiento del edificio.

Dicho protocolo establecerá: plazos para la respuesta a la demanda del centro educativo y para la elaboración del diagnóstico; la elaboración de un informe sobre el estado del edificio en el que queden reflejados los posibles riesgos que se deriven para la seguridad de la comunidad escolar; valoración económica de la actuación; y criterios y plazos para la actuación de acuerdo con lo recogido en el informe.