El Pleno del Parlamento ha rechazado hoy, con los votos en contra de UPN y PPN, y la abstención de SN, las enmiendas a la totalidad presentadas por Bildu y Aralar-Nabai, por un lado, y los no adscritos, por otro, al proyecto de Ley de Reorganización de la Administración Local de la Comunidad Foral. Bildu, Aralar-Nabai e I-E han respaldado ambas propuestas de devolución, mientras los no adscritos sólo han votado a favor de la suya, absteniéndose en la otra.

El proyecto de Ley Foral tiene por objeto reordenar el mapa local a través de la “reducción de las estructuras de gestión” que soportan los municipios y concejos, con el fin de “aminorar costes” a partir de una “revisión” del actual modelo de financiación tendente a “racionalizar y mejorar” la prestación de servicios y la diligencia administrativa.

La propuesta de reordenación establece mecanismos para avanzar hacia una reducción de los 272 municipios y 348 concejos existentes en la actualidad. Así, se planea la extinción de dichos entes caso de no presentarse candidatos a las elecciones (en las elecciones de 2011 no hubo en 29 y 127, respectivamente), se asegura la imposibilidad de crear nuevos concejos y se fomenta la fusión voluntaria de municipios.

Además, se prevé la reducción de las mancomunidades y agrupaciones tradicionales que prestan los servicios de aguas, basuras, etcétera, pasándose de las 67 existentes a 6 (-91%). También se preceptúa la centralización de las funciones de secretaría e intervención de los municipios, que pasarían de las 166 unidades de gestión existentes a 103 en una fase intermedia (-38%) y a 40 (-75,9%) en una fase más avanzada.

Para la elaboración de este anteproyecto el Gobierno ha tenido en cuenta la ponencia parlamentaria de 2011 y la Estrategia Territorial de Navarra.

La enmienda a la totalidad con texto alternativo suscrita por Bildu y Aralar-Nabai se basa en la convicción de que la falta de sostenibilidad económica esgrimida para la reforma de la Ley 6/1990 no es sino una “excusa para reducir la financiación municipal”, cuestión que aspiran a resolver destinando a los entes locales “al menos el 15% de los ingresos de los tributos de Navarra”.

Los enmendantes se remiten a informes de la Cámara de Comptos y al desglose de la deuda acumulada por la Administración Pública para constatar que, tanto a nivel estatal (5%) como foral, la parte del débito imputable a la administración local es “mínima y concentrada” en unos pocos entes, el Ayuntamiento de Madrid, en el primer caso, y los dos ayuntamientos mayores, en el caso de Navarra.

Por eso, frente a planteamientos “centralistas que pretenden asfixiar la autonomía municipal con merma de competencias, reducción de financiación o eliminación por decreto”, Bildu y Aralar Nabai defienden una reforma que, previo “análisis a cargo de un grupo interinstitucional”, busque “lo contrario, reforzar la realidad municipal de conformidad con los principios de subsidiariedad, claridad competencial y suficiencia financiera”, todo en aras a una “reorganización administrativa armónica”.

En cualquier caso, de entrada proyectan la creación de once comarcas naturales, cuya “cohesión territorial e histórica” contraponen a la “artificialidad de las seis macroentidades” que esboza el proyecto de Ley.

La enmienda a la totalidad de los parlamentarios no adscritos, por su parte, considera “improcedente” abrir el debate en torno a un sistema organizativo “específico” sin antes determinar el “marco competencial y financiero” en el que se van a desenvolver a “medio plazo”, tarea ésta, la concerniente a los recursos, que el Ejecutivo posterga para “dentro de un año”.

En ese sentido, el enmendante aboga por un “gran consenso” que, subsanando el “déficit inicial de participación”, faculte la consecución de un acuerdo que no pasa por una “fórmula única de prestación de servicios para todo el territorio”.

• www.parlamentodenavarra.es
• Proyecto de Ley Foral (BOPN, nº 92, de 09-11-2012)