El Presidente reconoce la contribución de la Fundación Tutelar Navarra al bienestar de la sociedad
La Mesa del Parlamento ha ofrecido una recepción institucional con motivo del 25 aniversario de la creación de esta entidad que tutela a 44 personas con discapacidad intelectual
El Presidente del Parlamento de Navarra, Alberto Catalán Higueras, ha reconocido hoy la contribución de la Fundación Tutelar Navarra (FUTUNA) al bienestar del conjunto de la sociedad, “sin excepciones e independientemente de las capacidad físicas e intelectuales de sus componentes”.
Así lo ha expresado en el transcurso de una recepción institucional que la Mesa del Parlamento ha ofrecido a una delegación de FUTUNA, encabezada por su presidente, Ignacio Recondo, con motivo del 25 aniversario de la creación de esta entidad. FUTUNA presta tutela a 44 personas con discapacidad intelectual y está vinculada a ANFAS.
Catalán ha agradecido el “compromiso personal” y el “ejemplo” de sus voluntarios, que superan el medio centenar, y que garantizan a las personas tuteladas “algo tan inmaterial pero tan necesario e imprescindible como apoyo y cariño para que otros puedan llevar una vida digna”.
El Presidente ha calificado a ANFAS y la Fundación Tutelar Navarra de “exponentes” de la “forma de ser de los navarros, caracterizada por la solidaridad y el apoyo a los colectivos y asociaciones que contribuyen al desarrollo personal de los ciudadanos más necesitados y sensibles”.
Asimismo, ha señalado que “en momentos de crisis y dificultades como los que vivimos, la clase política y los agentes económicos y sociales debemos poner todo el esfuerzo preciso para que tengan las menores consecuencias posibles sobre las personas más desprotegidas”.
Más de 50 voluntarios
La Fundación Tutelar Navarra es una entidad social, sin ánimo de lucro, constituida por ANFAS (Asociación Navarra en favor de las personas con discapacidad intelectual) en el año 1988. El origen de la entidad fue la preocupación que todas las familias tienen por asegurar el cuidado en el futuro de sus hijos con discapacidad intelectual, si la familia no pudiera ocuparse, y la posibilidad que abrió el Código Civil, de que los tutores pudieran ser, además de personas físicas, entidades jurídicas.
Tiene como misión el ejercicio de la tutela que las personas con discapacidad intelectual tengan un adecuado gobierno de su vida y participar plenamente en la sociedad, facilitándoles los apoyos necesarios para mejorar su calidad de vida. Para llevar a cabo esta misión, además de los recursos profesionales, y de acuerdo con el modelo de tutela que comparte con otras Fundaciones Tutelares de toda España, trabaja con voluntarios que se asignan de forma individualizada, a cada persona tutelada, a fin de que puedan ocuparse del apoyo y soporte emocional que muchas veces no tienen.
En el año 2013 presta tutela o curatela a 44 personas con discapacidad intelectual. Sus edades oscilan entre los 19 y los 74 años. Aunque las situaciones personales varían mucho, se pueden agrupar las características de los tutelados en dos perfiles: personas con gran necesidad de apoyos, que residen en centros de atención especializada, y personas más jóvenes, con menos porcentaje de discapacidad, más autonomía en su funcionamiento diario, y más riesgo de conductas problemáticas en el entorno social.