Con motivo del 27 de abril, Día Internacional del Pueblo Gitano, la Presidenta del Parlamento, Ainhoa Aznárez Igarza, ha ofrecido una recepción oficial a las entidades gitanas de la Comunidad Foral. Se trata de una efemérides instituida en 2007, ya que fue un 27 de abril, del año 1435, cuando entraron por primera vez los gitanos en tierras navarras, como así lo constata un vestigio documental guardado en el Archivo General.

La recepción, celebrada en el Atrio, ha contado con una intervención de Ainhoa Aznárez en la que ha destacado los “casi seis siglos de convivencia en paz con un pueblo, el gitano, al que no siempre hemos sabido mirar sin prejuicios. Es momento de erradicar esa imagen estereotipada y caricaturesca que tanto ha calado en la sociedad para, poniendo el acento en la tolerancia y el entendimiento, transitar hacia una convivencia efectiva”.

A tal fin, en aras a una “simbiosis” que debiera servir para “eliminar cualquier ápice de discriminación y por ende, de vulneración de lo que no es sino un derecho fundamental”, la Presidenta ha invitado a “caminar por el sendero de la hermandad y la solidaridad entre pueblos hermanos. Hoy es un día para resaltar valores que, como la solidaridad entre iguales, la familia, la libertad y el espíritu de adaptación, los payos haríamos bien en adoptar”.

Ainhoa Aznárez se ha referido también a la difícil situación que, producto de la crisis, atraviesa el pueblo gitano, a decir del Informe de la Fundación Foessa sobre Exclusión y Desarrollo Social en España “la comunidad más castigada de todo el Estado… y una de las que más mimo ha puesto en conservar la esencia de su cultura. Hoy, 581 años después de su entrada oficial en Navarra, celebramos vuestra capacidad de resistencia y adaptación”.

Ricardo Jiménez, portavoz de las entidades gitanas de Navarra, ha afirmado que “el de esta tarde en el Parlamento es un buen colofón al mes de la cultura gitana. Abril es el mes de la convivencia, tiempo de conocernos todos, porque a veces da la sensación de que seguimos siendo unos grandes desconocidos. Es importante que los gitanos empecemos a tomar la voz también en las instituciones, porque eso es síntoma de normalidad. Sólo esperamos que –en alusión a la declaración institucional aprobada por el Parlamento el día 4- se cumplan los compromisos de los poderes públicos”.

Seguidamente, tras la lectura del manifiesto 27 de abril y la Declaración Institucional aprobada por el Parlamento de Navarra el pasado día 4, se ha procedido a la interpretación de Txoria txori (Mikel Laboa), el himno de las Cortes de Navarra y el himno Internacional Gitano Gelem Gelem, a cargo de Bruno Jiménez y Lorena Jiménez”.

Entre los asistentes al acto se encontraban, entre otros, Parlamentarios/as de todos los grupos, los Consejeros Miguel Laparra, Ana Ollo e Isabel Elizalde, representantes de los ayuntamientos de Pamplona, Sanguesa y Peralta, asociaciones gitanas de Navarra y miembros del tejido social y cultural de Navarra.

La Declaración Institucional que, con motivo del Día Internacional del Pueblo Gitano y el Día de la Comunidad Gitana de Navarra, aprobó por unanimidad la Junta de Portavoces del Parlamento de Navarra el pasado 4 de abril, dice lo siguiente:

“1. El Parlamento de Navarra considera que debe incluirse a la comunidad gitana navarra en la agenda política como una prioridad, como así lo recomiendan las instituciones europeas y la Estrategia Nacional de Inclusión Social de la Población Gitana 2012/2020, con el objetivo prioritario de disminuir las desigualdades que afectan en los ámbitos de la Salud, la Educación, el Empleo y la Vivienda, entre otros, poniendo especial atención en la juventud y las mujeres gitanas, desde la Igualdad de Trato y la No Discriminación.

2. El Parlamento de Navarra estima que los planes y estrategias hacia la población gitana tienen que estar dotados de medios suficientes, para que se puedan implementar con la suficiente y necesaria intensidad y continuidad en el tiempo, y tienen que facilitar la participación activa de la comunidad gitana.

3. El Parlamento de Navarra se suma a la advertencia del Parlamento Europeo de que, para afrontar la cuestión gitana, será necesaria una nueva mentalidad por todas las partes implicadas, se requerirá de un tratamiento político nuevo, riguroso, consecuente, que evite los errores del pasado y que no admita manipulaciones”.