Publicada el Thursday, 28 de April de 2022

Rechazada una moción para que el Parlamento apoye las reivindicaciones de la Plataforma 0-3 y apueste por su “dignificación” como ciclo educativo

Se pedía un sistema de financiación adecuado y estable mientras se determina la total clarificación de la competencia, cuya gestión recae “básicamente” en los ayuntamientos

El Pleno del Parlamento ha rechazado hoy, con los votos en contra de Navarra Suma y PSN y los votos a favor de Geroa Bai, EH Bildu, Podemos-Ahal Dugu e I-E, una moción para que la Cámara apoyase “las reivindicaciones de la Plataforma 0-3”, con la consiguiente “apuesta por la dignificación del 0-3 como ciclo educativo encaminado a la calidad, universalidad, gratuidad y mejora de las condiciones laborales”.

 

La moción desestimada incluía un segundo punto en el que, a su vez, se respaldaba la iniciativa de la Federación Navarra de Municipios y Concejos (FNMC) y se emplazaba a la “creación de una Mesa de Trabajo con Ayuntamientos, Gobierno de Navarra, sindicatos, grupos representados en el Parlamento de Navarra y Plataforma 0-3, comprometiéndose a participar activamente en el mismo y a realizar sus aportaciones para la mejora del ciclo”.

 

Del mismo modo, ya en un tercer apartado, se exhortaba al Departamento de Educación a “reajustar el cálculo de los módulos al coste real, con el fin de equilibrar la cuantía que deben contraer los ayuntamientos, especialmente los que asumen la gestión pública directa de las escuelas infantiles”. También se le pedía “garantizar un sistema de financiación adecuado y estable, mientras se determina la total clarificación de la competencia”.

 

Por último, se invitaba al Departamento de Educación a “cumplir en tiempo y forma todos los acuerdos suscritos con relación con este ciclo educativo”.

 

En la exposición de motivos, la moción impulsada por los G.P. Geroa Bai, EH Bildu y G-Mixto I-E daba cuenta de los avances “sustanciales llevados a cabo desde 2016”, pero reconocía que queda un “largo camino por recorrer para favorecer la gratuidad, universalidad y dignificación de las escuelas infantiles en lo relativo a las condiciones laborales, la rebaja de ratios o la elección de modalidad lingüística”.

 

A ese respecto y atendiendo a las características de la gestión, “asumida mayoritariamente por los ayuntamientos”, y a las condiciones de trabajo del personal, que “difieren de las del resto de ciclos y etapas educativas”, se urgía a la “clarificación de la distribución competencial para asegurar la suficiencia de las entidades locales”, dado que la “financiación vía convenio (con el Departamento de Educación) resulta insuficiente, pues no se corresponde con el coste real del servicio”.

 

Por todo ello y tras poner de relieve que el actual sistema “penaliza especialmente a los consistorios que apuestan por la gestión pública directa”, pues entre otros “deben asumir la totalidad de los sobrecostes (cobertura de bajas, antigüedad, la mayoría de refuerzos…), se insistía en que “corresponde al Departamento de Educación adaptar los módulos y aumentar la financiación”.