La Comisión de Cultura y Deporte visita la exposición “Agramonteses y Beaumonteses. La lucha de bandos que dividió el reino”
La muestra, visible hasta el 26 de febrero, relata el conflicto medieval desde un punto de vista “más social”, poniendo el foco en la violencia ejercida
La Comisión de Cultura y Deporte ha visitado hoy, a instancias del G.P. Navarra Suma, el Archivo Real y General de Navarra para conocer la exposición “Agramonteses y Beaumonteses. La lucha de bandos que dividió el reino”, visible hasta el 26 de febrero en la cripta protogótica del edificio que alberga el Archivo.
Las y los Parlamentarios que han asistido han sido Isabel Olave, Iñaki Iriarte (G.P. Navarra Suma), Javier Lecumberri (G.P. PSN) y Ana Ansa (G.P. Geroa Bai).
La delegación del Legislativo ha sido recibida por Íñigo Mugueta, profesor titular de Historia Medieval de la Universidad Pública de Navarra y comisario de la exposición, Félix Segura, director del Archivo Real y General de Navarra y Joaquim Llansó, director del Servicio de Archivos y Patrimonio Documental de la Dirección General de Cultura – Institución Príncipe de Viana.
Félix Segura ha puesto en valor la “importante” labor de investigación que yace detrás de esta exposición, organizada por el Archivo Real y General de Navarra en el año conmemorativo de la toma de la fortaleza de Amaiur en 1522, y que muestra documentos que “nunca antes habían sido expuestos”.
Una exposición “novedosa”, ha añadido, por la difusión que le está dando el Archivo General al objeto de “ampliar su recorrido”. En ese sentido, se ha habilitado una audioguía en castellano y en euskera que puede descargarse libremente a través de un código QR, y se ha puesto a disposición de las familias una guía infantil para acercar algunos de los elementos de la muestra a todos los públicos. Asimismo, se ha preparado una unidad didáctica destinada a los centros educativos navarros para el alumnado de Educación Secundaria Obligatoria.
Seguidamente, la delegación parlamentaria ha podido visitar de la mano de Íñigo Mugueta la exposición que relata la historia desde un punto de vista “socialmente más interesante. La muestra contiene documentos políticos muy relevantes, pero el objetivo ha sido reflejar aspectos de la historia social, poniendo el foco en la violencia ejercida en un larguísimo conflicto que tuvo lugar entre los años 1450 y 1521”, explica Mugueta.
El discurso expositivo se divide en tres bloques. En el primero de ellos “Agramonteses y Beaumonteses, quiénes fueron” se analiza cómo surgieron los bandos nobiliarios en Navarra, quiénes los conformaron, además de los jefes de las parcialidades, en qué consistió el conflicto dinástico desatado por el testamento de la reina Blanca y que se prolongó durante el resto del siglo XV, y cómo evolucionaron las fidelidades nobiliarias durante todo ese período hasta el reinado de Fernando el Católico.
En este ámbito, la muestra presta especial atención a los episodios de traición y odio derivados del enfrentamiento encarnizado que protagonizaron ambos bandos nobiliarios, con elocuentes casos de asesinato, sacrilegio y saqueo de localidades.
El segundo bloque “Guerra y división de Navarra” es el más extenso de los tres por cuanto analiza la evolución cronológica del conflicto. En primer lugar, se aborda el inicio de la guerra dinástica en 1451 y la división del reino en dos legitimidades, la del rey Juan II y la del Príncipe de Viana.
Tras el fallecimiento de este último se estudia la prolongación del conflicto como una guerra banderiza permanente hasta el final del reinado de Juan II y de su hija Leonor. El advenimiento de los nuevos monarcas Catalina I y Juan III se enfoca desde el punto de vista de las medidas represivas desplegadas por la corona contra el bando beaumontés, que se resolvió con la expulsión definitiva del conde de Lerín en 1507.
La conquista de Navarra en 1512 marca el inicio de un nuevo período de acercamiento a los bandos propiciado por la monarquía castellana. Finalmente, los sucesos de 1521 reactivaron el enfrentamiento entre ambas facciones, que adoptaron un distinto posicionamiento en episodios como Noáin, Amaiur y Fuenterrabía.
El tercer bloque “¿Caballeros heroicos o malhechores feudales?” ofrece un balance sobre el enfrentamiento entre estos nobles guerreros a finales de la Edad Media, que se define como un legado de destrucción. “Una destrucción que afectó al ámbito administrativo y social del reino, por cuanto supuso la enajenación del patrimonio real y el colapso de la maquinaria fiscal y judicial construida en los reinados anteriores”, han explicado los responsables de la muestra.
La destrucción del patrimonio material fue otro exponente más de este enfrentamiento civil, al que se sumaron las campañas de derribo de las fortalezas navarras emprendidas por la Corona de Castilla tras la conquista del reino.
También se aborda el legado construido por los principales cabecillas de estos bandos, un patrimonio que todavía hoy en día es posible admirar en las torres y palacios nobiliarios diseminados por el territorio. “Un legado que, en definitiva, simboliza la victoria del estamento nobiliario en este largo y conflictivo proceso del que los grandes linajes salieron reforzados para afrontar los tiempos modernos”, han indicado.