La Comisión de Cohesión Territorial visita el Canal de Navarra
Para conocer distintas cuestiones, también de la segunda fase, relativas a la capacidad, condiciones de abastecimiento, tipo de riego o producción de energía hidroeléctrica
La Comisión de Cohesión Territorial ha visitado hoy el Canal de Navarra, una infraestructura de carácter estratégico con la que, a expensas de la segunda fase, concebida para atender las necesidades de la Ribera, tiene como objetivo la transformación en regadío de 59.160 hectáreas, el abastecimiento urbano e industrial del 60% de la población navarra y la producción del 6,5% del consumo energético de toda la Comunidad Foral.
Los miembros de la Comisión que han asistido han sido Miguel Bujanda, Félix Zapatero (G.P. UPN), Javier Lecumberri, Maite Esporrín (G.P. PSN), Adolfo Araiz, Mikel Zabaleta, Laura Aznal (G.P. Bildu), Pablo Azcona (G.P. Geroa Bai), Irene Royo (G.P. PPN), Miguel Garrido (G.P. Contigo-Zurekin) y Emilio Jiménez (A.P.F. Vox).
La delegación del Parlamento ha sido recibida en el embalse de Itoiz por Juan Rodríguez, jefe de los servicios de explotación del canal de Navarra.
El objeto de la visita, cursada a instancias del G.P. PSN, ha sido “conocer in situ la hoja de ruta del Canal de Navarra, desde el Pantano de Itoiz hasta Pitillas, lugar en el que termina la primera fase y se inicia la segunda, para conocer distintas cuestiones relativas a la capacidad, condiciones de abastecimiento, tipo de riego o producción de energía hidroeléctrica.
Las y los Parlamentarios han recorrido los distintos tramos del Canal de Navarra, desde la presa de Itoiz, donde han tenido ocasión de acceder a la sala de turbinas, hasta Pitillas, pasando por la central Tiebas, punto de toma de abastecimiento de Pamplona, y el centro de control de CANASA en la balsa de Artajona, cuya capacidad media anual asciende a 1,248Hm3.
Según ha explicado Juan Rodríguez, la gran capacidad (418 hm3) del embalse de Itoiz, cuya altura facilita el “riego sin bombeo y la producción de energía hidroeléctrica, permitiría garantizar el abastecimiento del Canal de Navarra durante un año de completa sequía. Aprovechando la orografía e intentando mantener la cota, se hace posible la presión natural del agua en un 90% del proyecto”.
Así, después de contemplar desde Tiebas la bocana a cielo abierto y el recorrido soterrado del Canal, Joaquín Puig, subdirector de Intia y responsable del área de riegos de Riegos de Navarra -se ha incorporado en esta parte de la visita-, ha explicado cómo se mantiene el caudal a lo largo del Canal, adecuándose de forma automática a las necesidades de suministro gracias a los datos que proporcionan los diferentes puntos de control y datos (almenaras).
Según ha indicado, la regulación del flujo de agua se hace de forma muy matizada y constante. Lo contrario, causaría importantes desajustes, “ya que, para hacernos una idea, la capacidad de transporte del Canal de Navarra en sus tramos iniciales es de 45 m3/s, lo cual equivale a llenar una piscina olímpica en un minuto”, ha precisado.
En el Centro de Control de Artajona, los Parlamentarios y Parlamentarias han podido observar una de las balsas que sirven de pulmón de abastecimiento a esta obra hidráulica, y han conocido cómo opera el cerebro que maneja el canal. En esta instalación se procesan todos los datos de necesidades hídricas y se sistematiza la información que llega en tiempo real.
Juan Rodríguez, de CANASA, ha dado a conocer las tareas que realizan, donde el mantenimiento de la infraestructura supone el 40% de su labor. ”Esta función es básica, puesto que un buen mantenimiento prolonga la vida útil de la obra”.
En este lugar también han podido visionar un video donde se recrean todos los tramos la segunda parte de la obra, cuyo propósito es poner en riego hasta 21.522 hectáreas, además de mejorar el suministro doméstico e industrial de diversas poblaciones de la zona de la Ribera navarra, de forma que se atiendan a las demandas presentes y futuras.
La segunda fase del Canal contempla la construcción de una conducción de unos 70 kilómetros de longitud y 20 m3/s de caudal en origen que, partiendo del canal actual en Pitillas, finalizará en Ablitas. Además del canal principal, se ejecutará un ramal para regar la zona del río Alhama, que terminará entre Cintruénigo y Corella.
Desde Artajona, y acompañando el trazado del Canal de Navarra, la visita se ha cerrado en Pitillas. Como colofón, Puig ha afirmado que “el Canal de Navarra es el eje vertebrador en el aprovechamiento del agua en Navarra. Y esto es especialmente importante para afrontar el desafío del cambio climático. Cada vez nos aproximamos más al sistema pluvial de la cuenca mediterránea, por lo que hemos de tener infraestructuras que posibiliten almacenar las precipitaciones, cada vez más torrenciales, y distribuirlas a lo largo de nuestra Comunidad cuando sea necesario”.
Finalizada la visita, la delegación parlamentaria ha agradecido todas las explicaciones recibidas por parte de los técnicos.
El Canal de Navarra, que cuenta con una concesión de 416 Hm3 de agua procedente del embalse de Itoiz, persigue la transformación en regadío de 59.160 hectáreas, el abastecimiento urbano e industrial de más de 350.000 habitantes, el 60% de la población de la Comunidad Foral, y la generación de energía eléctrica suficiente para cubrir el 6,5% del consumo de toda Navarra.
Para acometer la construcción y explotación de esta infraestructura el Gobierno de España y el Gobierno de Navarra crearon en enero del año 2000 la sociedad estatal Canal de Navarra S.A. con una participación del 60% Estado y 40% Gobierno de Navarra.
Su construcción fue planificada en dos fases, una primera que parte de la toma del embalse de Itoiz (Lónguida) y termina en Pitillas, y una segunda que, cruzando los ríos Aragón y Ebro, acabará en Ablitas (Laguna de Lor), a fin de atender las necesidades de la Comarca de La Ribera. El proyecto inicial se completó con una ampliación de la primera fase para atender demandas en las cuencas del Ega y el Arga.
El canal fue diseñado con una capacidad de transporte de 45 m3/s en el origen, reduciéndose a medida que van atendiéndose las demandas. Una vez finalizado tendrá una longitud total de 198 kilómetros, de los que 98 corresponden a la primera fase, 21 a la ampliación de esta y el resto a la segunda fase.