Publicada el Lunes, 17 de Diciembre de 2018

Acto de entrega de 31 certificados de reparación moral, en el marco de la Ley 52/2007 de Memoria Histórica

Hualde llama a «seguir arrojando luz sobre los cien últimos años de historia de un país que ha tardado ocho décadas en dar cumplimiento a la Declaración de Derechos Humanos»

El Parlamento de Navarra ha acogido esta tarde un nuevo acto de entrega de la Declaración de Reparación y Reconocimiento Personal, el quinto tras los celebrados el 15 de diciembre de 2011 (se otorgaron 69), el 21 de marzo de 2014 (32), el 29 de mayo de 2015 (60) y el 24 de marzo de 2017 (64), en este caso a favor de 31 personas pertenecientes a la Asociación de Familiares de Fusilados y Desaparecidos de Navarra (AFFNA), descendientes todos de ciudadanos que padecieron violencia o persecución durante la Guerra Civil y la dictadura.

 

Celebrada al amparo de la Ley de Memoria Histórica, la apertura de la ceremonia ha corrido a cargo de Unai Hualde, quien en el curso de su intervención ha insistido en la necesidad de seguir «arrojando luz sobre los últimos cien años de historia de un país que, obviando la generosidad de las familias de asesinados y represaliados, que no dudaron en priorizar la llegada de la democracia a la exigencia de sus derechos, ha tardado más de ocho décadas en dar cumplimiento a la Declaración de Derechos Humanos, cuyo 70 anivesario acabamos de celebrar».

 

Al hilo de lo apuntado, el Vicepresidente de la Cámara ha subrayado los «pasos firmes» que, en el largo camino hacia la reconciliación, se han ido dando en Navarra, y ha llamado a «rubricar el acta de defunción del franquismo», para lo cual –ha agregado– «es preciso hacer efectivo el derecho a la verdad, que no es tal si no viene acompañado de justicia y reparación. Todavía hoy nos encontramos con personajes de la vida pública y política que, en su afán de enterrar el pasado, hablan de guerracivilismo, de querer reescribir la historia reabriendo heridas. Pero una democracia honesta es una democracia que no olvida, por eso estamos hoy aquí y por eso nos acompaña el Secretario de Estado de Justicia».

 

En ese contexto y tras evocar el «plan sistemático de represión y/o exterminio que, por motivos ideológicos y políticos, derivó también en el desplazamiento de miles de personas despojadas de sus bienes y sometidas a toda clase de humillaciones, Unai Hualde ha puesto en valor el trabajo de la Asociación de Familiares de Fusilados de Navarra, «cuya perseverancia tiene mucho que ver con la salud democrática deseable en toda sociedad. Porque aunque la guerra fue un genocidio y la postguerra una venganza, sólo reclamáis una disculpa, un reconocimiento de los hechos y una aceptación de responsabilidades. Muchas gracias por vuestra lucha y homenaje constante».

 

Jokin de Carlos, presidente de la AFFNA, ha agradecido la implicación del Parlamento de Navarra en la organización «de este nuevo acto de reparación, que no es sino un paso más en nuestra brega por reconstruir el pasado, por saber quién los asesinó y despojó de sus bienes. Hemos venido a recordar, a volver a pasar por el corazón a todos los represaliados, en especial a estos 30, el resumen de un sin fin de dolor. Cuarenta años de generosidad que muy pocos han sabido reconocer. Y entre tanto, seguimos preguntándonos qué tipo de Justicia es esta que no reconoce la legislación internacional, esa que dice que estamos ante delitos de lesa humanidad que no prescribren. Y ahora hay quienes se asustan ante esta nueva oleada de fascismo. Nosotros sabemos muy bien qué es, lucharemos contra quienes pretendan blanquear este genocidio y esta ideología».

 

Manuel Jesús Dolz Lago, Secretario de Estado de Justicia, ha invocado los Derechos Humanos, «uno de los ejes de actuación más importantes del Gobierno del Estado y del Ministerio de Justicia », y ha recordado la reciente creación –­­en junio– ­de una nueva dirección general para la Memoria Histórica, cuyo objeto es « impulsar la búsqueda de los desaparecidos en la Guerra Civil y la Dictadura. Se calcula que hay 114.226 víctimas repartidas en más de 3.000 cunetas, su invisibilidad es algo que una sociedad democrática no puede permitirse».

 

Dolz, que ha tenido una mención especial para las mujeres, víctimas de una « represión específica» en atención a su género, ha concluido abogando por «reforzar los valores democráticos», cuestión que, según ha precisado, «nada tiene que ver con «abrir viejas heridas. No podemos permitir la censura encubierta, ni la alteración de la realidad, ni la indiferencia. Urge desenterrar la memoria de las cunetas. La historia y la memoria constituyen una necesidad en el actual mundo de las noticias falsas. En Navarra, uno de los territorios de referencia, lo saben bien. Con norma propia desde 2013 y convenios de colaboración desde lo público a nivel científico, su trabajo resulta encomiable».

 

Uxue Barkos, Presidenta del Gobierno de Navarra, ha defendido el contenido y la vigencia de palabras que, como «reconocimiento y reparación, adquieren hoy más sentido si cabe, tras varias décadas de silencio y olvido institucional. Este Gobierno ha querido saldar esa deuda haciendo de la Memoria Histórica una de las piedras angulares de sus políticas de cambio, hasta el punto de convertir a Navarra en un referente en la materia. Os lo debíamos».

 

Uxue Barkos se ha dirigido a las familias de las víctimas del 36 para agradecer la «generosidad» que subyace bajo el «mensaje de convivencia» emanado a partir de todas y cada una de sus actuaciones «contra la injusticia, el olvido y la desmemoria. El vuestro ha sido siempre un mensaje constructivo dirigido a rescatar la verdad, pero alejado del odio. Un mensaje que apela a la humanidad de una sociedad que no podía seguir negando la justicia a quienes, culpables de pensar de un modo diferente en clave de igualdad, tanto habían sufrido».

 

Así, tras sacar a colación esa «tercera victimización que, «después del silencio y el miedo con el que la dictadura franquista quiso responsabilizar a las víctimas», supuso el «silencio institucional de la Transición», la Presidenta de la Comunidad Foral ha trasladado el «compromiso del Gobierno de Navarra a seguir colaborando con todas las instituciones y asociaciones que deseen trabajar a favor de las víctimas. Vaya desde aquí nuestro abrazo, cariño y reconocimiento a AFFNA36 y a todas y todos los represaliados del franquismo. Mila esker».

 

Seguidamente, Benita Vallés, María Pilar Marco, Juan José Paredes e Ignacio Autor han subido al estrado glosar la figura de sus allegados y defender el trabajo de AFFNA contra el olvido de aquella barbarie. «Estamos aquí para reparar el honor de víctimas y familias sometidas a violencia y persecución injusta e infame”.

 

Después de dejar constancia de sus testimonios, la Presidenta del Parlamento, Unai Hualde, la Presidenta del Gobierno de Navarra, Uxue Barkos, el Secretario de Estado de Justicia, Manuel Jesús Dolz Lago, y el presidente de la AFFNA, Jokin de Carlos, han procedido a la entrega de los certificados a los familiares de 30 represaliados durante la Guerra Civil y la dictadura posterior.

 

La ceremonia ha concluido con la interpretación de un aurresku (Edurne Zaro) y una ofrenda floral ante la placa que, atendiendo al mandato de la Ley Foral de reconocimiento y reparación moral alumbrada el 14 de noviembre de 2013, luce el Parlamento desde el 12 de enero de 2015 (en abril de 2016 se trasladó al Atrio) en “homenaje a todos los cargos electos de Navarra asesinados como consecuencia de la sublevación militar de 1936”.

 

El acompañamiento musical ha corrido a cargo del trío formado por Leyre García Zúñiga (voz), Mikel Cano Berry (guitarra) y Carmen Sánchez Salvador (violín).

 

Entre los asistentes al acto, además de distintos alcaldes y concejales, se encontraban Maiorga Ramírez, Secretario Primero, Maribel García Malo, Secretaria Segunda, Ana Ollo, Consejera Relaciones Ciudadanas e Institucionales, Álvaro Baraibar, director general de Paz y Convivencia, Javier Enériz, Defensor del Pueblo de la Comunidad Foral, Eduardo Santos, Diputado, Iñaki Bernal, Senador, Javier Esparza (G.P. UPN), Koldo Martínez, Virginia Alemán (G.P. Geroa Bai), Bakartxo Ruiz, Dabid Anaut (G.P. EH Bildu), Laura Pérez, Tere Sáez (G.P. Podemos-Ahal Dugu-Orain Bai), María Chivite, Inma Jurío (G.P. PSN), Marisa de Simón, José Miguel Nuin (A.P.F. Izquierda-Ezkerra), José Luis Aresti, delegado del Gobierno en Navarra, Alfredo Irujo, presidente del Consejo de Navarra, y Pablo Azcona, presidente de la FNMC.

 

La entrega de estos certificados de reparación moral responde a lo dispuesto en el párrafo 1 del artículo 4 de la Ley 52/2007, de 26 de diciembre, “por la que se reconocen y amplían derechos y se establecen medidas a favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la guerra civil y la dictadura”.

 

En virtud del citado artículo de la Ley de Memoria histórica, “se reconoce el derecho a obtener una Declaración de reparación y reconocimiento personal a quienes durante la Guerra Civil y la Dictadura padecieron los efectos de las resoluciones a que se refieren los artículos anteriores. Este derecho es plenamente compatible con los demás derechos y medidas reparadoras reconocidas en normas anteriores, así como con el ejercicio de las acciones a que hubiere lugar ante los tribunales de justicia”.

 

La relación de personas homenajeadas es la siguiente:

 

Hilario Baigorri Ayegui, Ricardo Baigorri Ayegui, Manuel Bermejo Apesteguía, Ubaldo Diest Villa, Juan Pío Fraguas Arellano, José María Goñi Villanueva, Manuel Goñi Villanueva, Valentín Goñi Villanueva, Laureano Guerra Bernarte, Víctor Ibáñez Sesma, Anastasio Lacasta Garasa, Valentín Lacasta Garasa, Eustaquio Lacasta Janices, José Lacasta Janices, Mateo Leuza Corera, Perfecto Leuza Legorburu, Félix Leuza Legorburu, Ignacio López Lázaro, Victoriano López Lázaro, Liborio Marco Miguéliz, Pedro Blas Martínez Jiménez, Ignacio Moreno Martínez, Lucas Ortega Expósito, Eusebio Pérez Aznar, Francisco Pérez Molina, María Concepción Pérez Molina, Andrés Rubio Vallés, Gerónimo Ruiz Lara, Joaquín José Sesma, Guillorme, Remigio Yoldi García, Vicente Zozaya Belio.