Acto de entrega de 60 certificados de Reparación y Reconocimiento Personal en el marco de la Ley de Memoria Histórica
Alberto Catalán llama a honrar y recuperar para siempre la memoria de todos los que padecieron injusticias y agravios por motivos políticos o ideológicos de cualquier índole
El Parlamento de Navarra ha acogido esta tarde un nuevo acto de entrega de la Declaración de Reparación y Reconocimiento Personal, el tercero tras los celebrados el 15 de diciembre de 2011 (se otorgaron 69) y el 21 de marzo de 2014 (30), en este caso a favor de 60 personas pertenecientes a la Asociación de Familiares de Fusilados y Desaparecidos de Navarra (AFFNA), descendientes todos de ciudadanos que padecieron violencia o persecución durante la Guerra Civil y la dictadura.
La apertura de la ceremonia, celebrada al amparo de la Ley de Memoria Histórica, ha corrido a cargo de Alberto Catalán, quien en el curso de su intervención ha definido el acto como prueba inequívoca de que el Parlamento de Navarra “mantiene la necesidad de honrar y recuperar para siempre la memoria de todos los que padecieron injusticias y agravios por motivos políticos o ideológicos de cualquier índole, especialmente de quienes perdieron la vida o padecieron prisión, deportación, exilio o trabajos forzosos, incluidos sus familiares”.
En ese contexto, el Presidente se ha referido a la placa que, atendiendo el mandado recogido en la Ley Foral de Reconocimiento y reparación moral alumbrada el 14 de noviembre de 2013 y gracias al trabajo de “estudio e investigación” realizado por el Fondo Documental sobre la Memoria Histórica, luce el Parlamento desde el pasado 12 de enero en “homenaje a todos los cargos electos de Navarra asesinados como consecuencia de la sublevación militar de 1936”.
Reconocimiento que “hoy realizamos desde el Estado Social y Democrático de Derecho que consagra la Constitución, marco de unión, confraternización y superación de heridas”, ha precisado Catalán.
A modo de cierre, el Presidente del Legislativo ha recordado que “quienes estamos comprometidos con la democracia debemos seguir trabajando para, “en aras a una convivencia plena y pacífica, garantizar la salvaguarda de los derechos humanos”.
Olga Alcega, presidenta de la AFFNA, ha reclamado “justicia para los 3.452 navarros asesinados en una tierra en la que no había frente de guerra. Queremos que se anule la Ley de Amnistia del 77 y se juzgue a los asesinos, aunque estén muertos. Claro para ello tendría que haber jueces valientes, cosa que hasta ahora no se ha dado. Tras décadas de ir con la cabeza agachada, de ignorar a estas víctimas, de marcar y discriminar a sus hijos, las cosas están cambiando. Falta una partida presupuestaria para sacar los cuerpos, siguen sin ponerse la placa de Diputación y la de muchos Ayuntamientos, pero el Parlamento de Navarra nos sigue abriendo las puertas. Gracias, porque todo lo que hagamos será poco”.
Francisco Javier Enériz, Defensor del Pueblo de la Comunidad Foral, ha afirmado que “con este reconocimiento reparamos el nombre de quienes padecieron la intolerancia y la barbarie y condenamos a quienes provocaron el dolor y el sufrimiento en 1936 y en los años siguientes. El camino hacia la paz y la justicia son, precisamente, la paz y la justicia. No hay caminos alternativos. No sirven la imposición, el miedo, la represalia, el silencio, el ocultamiento, la cizaña, la distorsión de los hechos o el menosprecio del otro”.
Enériz ha advertido que “estamos ante un tiempo y una sociedad nuevos y lo que se demanda es más participación, más generosidad, más respeto a las personas y sus derechos. Se impone resolver problemas, no crearlos, y huir de quienes optan por la discordia, el dogmatismo, la revancha o el extremismo. Hoy honramos, sin exclusiones, a los que tan injustamente cayeron”.
Seguidamente, Julia Otxoa (nieta de Balbino García de Albizu Usarbarrena), José Antonio Amatria (sobrino de Ángel Pablo Amatria San José) y Rafaela Vicente (en representación de los familiares de Cortes), han subido al estrado para glosar la figura de sus allegados a través de un poema, una carta y un alegato “contra el olvido de aquella locura”.
Después de dejar constancia de sus testimonios, el Presidente del Parlamento, Alberto Catalán, y el Defensor del Pueblo, Javier Enériz, han procedido a la entrega de los certificados a los familiares de 60 represaliados durante la Guerra Civil y la dictadura posterior.
A continuación, se ha rendido un homenaje a la familia de Nerea Aldunate, fallecida recientemente, por su estrecha colaboración con la Asociación de Familiares de Fusilados de Navarra.
Finalizado el reparto, Orreaga Oskotz (nieta de Isidoro Eguía Olaetxea, asesinado junto a sus hermanos Bautista, Luciano y Constantino) ha tomado la palabra para, entre otros, constatar que “aquí no se ha contado la magnitud de lo que realmente ocurrió. Unos vecinos sacaron a otros de sus casas y, con total impunidad, les arrebataron la vida. Y llevando la tortura al extremo, a sus familiares los hicieron desaparecer y a nadie se le pidió responsabilidades. ¿Es ese el mensaje que queremos transmitir?”.
A ese respecto, Oskotz ha señalado que, “si bien la verdad siempre se impone, la justicia nunca ha estado de nuestro lado. Ya no la espero, la memoria es la mejor arma contra la impunidad. Hace más de un año que sabemos dónde está mi abuelo, un hombre bueno, consecuente y enamorado. Y encontrar amor en esta búsqueda llena de mierda es lo que más me ha gustado”.
La ceremonia ha concluido con la interpretación de un aurresku (Aritz Ibáñez), una jota (Álvaro Aldunate, Jesús Ayensa, Koldo Pastor) y una pieza de gaita a cargo de Julen Leuza y Dani Kaspistegi.
Entre los asistentes al acto se encontraban Javier Morrás, Consejero de Presidencia, Justicia e Interior, Pedro Rascón (G.P. Socialistas de Navarra), Bakartxo Ruiz, Víctor Rubio (G.P. Bildu), Juan Carlos Longás (G.P. Aralar-Nabai), José Miguel Nuin, (G.P. Izquierda-Ezkerra), Uxue Barcos, Patxi Leuza (Geroa Bai) y Fátima Andreo (Podemos).
La entrega de estos certificados de reparación moral responde a lo dispuesto en el párrafo 1 del artículo 4 de la Ley 52/2007, de 26 de diciembre, “por la que se reconocen y amplían derechos y se establecen medidas a favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la guerra civil y la dictadura”.
En virtud del citado artículo de la Ley de Memoria histórica, “se reconoce el derecho a obtener una Declaración de reparación y reconocimiento personal a quienes durante la Guerra Civil y la Dictadura padecieron los efectos de las resoluciones a que se refieren los artículos anteriores. Este derecho es plenamente compatible con los demás derechos y medidas reparadoras reconocidas en normas anteriores, así como con el ejercicio de las acciones a que hubiere lugar ante los tribunales de justicia”.
La relación de personas homenajeadas es la siguiente:
Casildo, Abad Alcega, Misericordia Abad Alcega, Fortunato Aguirre Lukin, Gregorio Albo Urcelay, Ángel Pablo Amatria San José, Manuel Aranda Urzaiz, Hilario Baigorri Ayegui, Ricardo Baigorri Ayegui, Luis Baztán Ibáñez, Javier Bea Soto, Manuel Bea Soto, Pedro Bea Soto, José Benedé Artieda, Luis Benedé Artieda, Moisés Bobadilla Navaz, Gregorio Bonel Pérez, Blas Díez Belloso, José Díez de Arizaleta el Río, Corpus Dorronsoro Arteta, Jesús Dorronsoro Arteta, Jesús Dorronsoro Tercero, Bautista Eguía Olaechea, Isidoro Eguía Olaechea, Anastasio Faldos Jiménez, Antonio Faldos Jiménez, Balbino García de Albizu Usarbarrena, Segundo García Osacar, Julián García Urzaiz, Teófilo Goldaracena Elizalde, Matías Guerrero Martínez, Marcelino Guinda Pérez, Pedro Hueso Mañas, Jorge Iguzquiza Solchaga, Marcos Iguzquiza Solchaga, Serafín Iguzquiza Solchaga, Teodosio Eugenio Larramendi Recalde, Catalino Lázaro Pérez, Aurelio León Inda, Jaime León Inda, Mateo Leuza Corera, Perfecto Leuza Legorburu, Félix Leuza Legorburu, Enrique Lores Bambo, Ramón Martínez Lozano, Esteban Muñoz Oset, Víctor Ortigosa Irulegui, Francisco Pejenaute López, Simón Pejenaute Martínez, Antonio Pidal Hualde, Isidro Pidal Hualde, Avelino Ignacio Pidal Hualde, Angela Rodrigo Berrojo, Macario Rodríguez García, Florentino Rubio Martínez, Joaquín Crescencio Ruiz Martínez, Delfín Saldaña Modrego, Rogelio Sánchez Araiz, José Sánchez Bonel, Enolasca Vela Salvador, José Velasco Arzabala e Isidro Torres.