Publicada el Miércoles, 13 de Diciembre de 2023

La Comisión de Presidencia e Igualdad visita el centro de Acción Contra la Trata

La Comisión de Presidencia e Igualdad ha visitado hoy, a instancias del G.P. PSN, el centro de "Acción Contra la Trata", una asociación que acompaña a mujeres en riesgo y situación de prostitución y trata con fines de explotación sexual en Navarra, con especial atención a las mujeres de origen nigeriano, desde el año 2016.

 

Los miembros de la Comisión que han asistido han sido Arantza Birrun (PSN), firmante de la iniciativa, Irati Jimenez, Javier Arza (G.P. EH Bildu), Blanca Regúlez (G.P. Geroa Bai) y Maribel García Malo (G.P. PPN).

 

La delegación del Parlamento ha sido recibida por Alicia Giménez, coordinadora de Acción Contra la Trata, Joy Ogbeide, mediadora intercultural, Giselle Pelinski, técnica de administración y voluntariado, Aicha Sam y Lydia Osigo Festus, agentes de cambio.

 

El objeto de la visita, según ha constatado Arantza Biurrun a modo de preámbulo, ha sido conocer in situ la labor que desarrolla la asociación, al objeto de ampliar la información recibida en la sesión de trabajo que tuvo lugar en Comisión el pasado 7 de noviembre.

 

La coordinadora, Alicia Giménez, ha destacado el doble propósito que persigue la asociación, que se centra, por un lado, en luchar contra la trata de personas, especialmente la que tiene como fin último la explotación sexual, y, por otro lado, en promover los valores de la igualdad que permitan alcanzar una sociedad y una ciudadanía sana en las relaciones entre personas.

 

Para ello, Acción contra la Trata, ha atendido a lo largo del último año a cerca de 40 mujeres, principalmente en Pamplona y comarca. Esta cifra casi triplica a las primeras 15 atendidas en 2021.

 

A juicio de Giménez este aumento progresivo de atenciones indica que van "por buen camino" y que han "logrado construir la confianza necesaria para que sean ellas mismas las que se acerquen" a la entidad en busca de apoyo.

 

Además, según ha precisado, también cuentan con la confianza de la propia Administración Foral, que acude a ellas "en busca de apoyo para mejorar las atenciones de casos que resultan complejos".

 

Ogbeide ha señalado, por su parte, que la entidad social proporciona apoyo e información para hacer saber a las mujeres que hay una vida mejor después de la trata. Parte de su trabajo es concienciarlas de que “son personas valiosas por sí solas” y de que “su dignidad no está supeditada a ser el sustento de su familia en África”, razón por la que "continúan o recaen en situaciones de prostitución”. Es imprescindible informar a las mujeres de sus derechos y los recursos a su alcance una vez que asumen su condición.

 

Las barreras son grandes, empezando por el idioma, lo que les impide avanzar en trámites administrativos como el empadronamiento, la residencia legal y la obtención de un sustento económico a su alcance, como la renta garantizada. A esto se suma la dificultad para salvar las diferentes claves culturales que nos separan. Estas mujeres proceden de entornos de graves desigualdades, presentan historias de violencia desde la infancia y "son arrojadas a la prostitución como única vía de supervivencia", ha señalado Alicia Giménez.

 

En su opinión, “el trabajo de las mediadoras culturales es determinante en este sentido, ya que ayuda a interpretar los sentimientos de las mujeres desde la experiencia personal real y compartida”.

 

Las mujeres llegadas a la asociación en años anteriores siguen acompañadas en sus procesos de restablecimiento, y los programas que van ofreciendo cambian en función de las necesidades que detectan, siempre construidos desde la sensibilización y la confianza, respetando los tiempos que necesitan las mujeres atendidas. Es un proceso lento que “puede tardar años” y para el que los voluntarios de la asociación realizan seguimientos individuales.

 

Estos voluntarios, 29 personas, 22 mujeres y 7 hombres, con edades comprendidas entre los 19 y los 60 años ofrecen su apoyo en talleres grupales de conversación en castellano, clases individuales de castellano, alfabetización, informática o apoyo para la ESO o talleres de ocio.

 

Giselle Pelinski, técnica de administración y voluntariado, ha hecho hincapié en las formaciones sobre violencia de género y en la visión feminista que las integra. “Las mujeres tienen normalizadas situaciones de abuso y violencia”. Se complementan con cursos impartidos a hombres para trabajar una masculinidad más igualitaria.

 

Desde el punto de vista administrativo, Acción contra la Trata denuncia que carecen de recursos para atender las solicitudes que llevan a identificar situaciones de trata y para actuar como traductoras por parte de los servicios sociales de base.

 

“Las mujeres se ven privadas de sus recursos cuando su situación personal cambia -con la maternidad, por ejemplo-, ya que la renta garantizada se suspende hasta evaluar la circunstancia y es precisamente cuando se acentúa su vulnerabilidad”, ha informado Giménez.

 

Culminar el proceso de reconstrucción personal con una denuncia resulta imposible en algunas ocasiones, ya que, desde el punto de vista policial, se otorga el estatus de víctima de la trata a cambio de la información necesaria para perseguir el delito y eso no siempre es posible. Es importante concienciar a los cuerpos policiales del desamparo que sufren estas personas.

 

La responsable de coordinación, respondiendo a preguntas de los Parlamentarios y Parlamentarias, ha detallado el trabajo conjunto que desarrollan con otras entidades sociales como Cruz Roja, Médicos del Mundo y Ehuleak. Esa colaboración permite dar continuidad a programas que concluyen cuando acaba la financiación. Como ejemplo, las usuarias del programa “Avanzando-Aurrera” siguen atendidas en “Plan Camino” para la integración laboral de las mujeres migrantes.

 

Para cerrar la visita, las responsables de “Acción contra la Trata”, han señalado la necesidad de contar con un respaldo económico estable, solicitando al Parlamento un Convenio -fruto de una enmienda fiscal conjunta- como el que ha hecho posible el trabajo durante estos 3 últimos años, junto con subvenciones que les van concediendo.

 

Su objetivo inmediato es poder contar con una nueva mediadora intercultural.

 

Con esta petición y tras hacer acopio de la información necesaria para poder llevar a cabo las iniciativas que estimen pertinentes, la Comisión de Presidencia e Igualdad ha dado por concluida su visita