La Comisión de Relaciones Ciudadanas e Institucionales del Parlamento de Navarra ha visitado hoy, a instancias del G.P. PSN, el Fuerte San Cristóbal, una dotación militar de carácter defensivo que, construida entre 1878-1919, fue utilizada como prisión y sanatorio penitenciario (19-34-45), llegando a albergar 2.485 prisioneros en las fechas previas a la fuga protagonizada el 22 de mayo de 1938 por 795 internos, 211 abatidos en la huida y 11 fusilados en septiembre.

Los miembros de la Comisión que han asistido han sido Mónica Doménez, Ana San Martín (G.P. UPN), Patxi Leuza (G.P. Geroa Bai), Dabid Anaut (G.P. EH Bildu), Eduardo Santos (G.P. Podemos-Ahal Dugu) e Inma Jurío (G.P. PSN).

La delegación del Parlamento ha sido recibida por Álvaro Michael, General Comandante Militar de Navarra, y David Millán, Subteniente de Artillería.

El objeto de la visita, según ha explicado Inma Jurío, ha sido “comprobar in situ el estado y las posibilidades” de esta instalación, a la que la aparición de la aviación dejó obsoleta antes de ser terminada, de cara a su posible reutilización como dotación civil.

Seguidamente, los Parlamentarios han realizado un recorrido guiado por las distintas dependencias del Fuerte y, acompañados por autoridades militares, han comprobado la magnitud y el desigual estado de conservación de una estructura de tres pisos cavada en el interior de la montaña, oculta del exterior con dos metros de tierra y rodeada de un foso seco de 180.000 metros cuadrados.

Concluida la visita, los Parlamentarios han coincidido en destacar el valor histórico del Fuerte, si bien, dado el alcance de los trabajos de recuperación, han discrepado en torno a la posibilidad de devolver el aprovechamiento de la instalación y su entorno a la población civil.

Inma Jurío (G.P. PSN) ha avanzado la intención de su grupo de registrar una moción para “solicitar al Gobierno de Navarra la elaboración de un plan tendente a definir los posibles usos de esta infraestructura, tras la realización de las gestiones oportunas de cara a conseguir del Ministerio de Defensa el usufructo del Fuerte. Solicitaremos que se tenga en cuenta el punto de vista de asociaciones ecologistas, sociales y de memoria histórica. El objetivo es conseguir que se pueda hacer de esto algo para el disfrute de todos”.

Mónica Doménech (G.P. UPN) ha calificado la visita de “muy interesante”, por tratarse de una instalación de “gran valor arquitectónico, más o menos mantenida gracias a la calidad de la construcción original. Es una pena que carezca de un uso, más que recreativo, didáctico. Ha tenido diferentes fines, pues ha sido prisión, hospital y almacén (1945-85) y lo cierto es que lo aguanta todo. La riqueza que encierra debiera de servir para acercarnos, en lugar de dividirnos. El monte está muy descuidado, sería bueno poner todo esto en valor”.

Patxi Leuza (G.P. Geroa Bai) ha afirmado que “esta instalación es ahora mismo un muerto, también para el Ejército, pues son ya varias las veces que lo ha ofrecido a la Administración civil. En su día hubo un proyecto de la Mancomunidad, se habló de un Parque del Monte Ezkaba que incluía el Fuerte como zona de memoria o recreo, pero esto, dadas las dimensiones y el estado de conservación, requiere una inversión descomunal”.

Dabid Anaut (G.P. EH Bildu) ha destacado el “significado histórico y el valor simbólico” de un patrimonio que entiende “debe ser recuperado y gestionado desde otras instancias muy diferentes a las que encarna del Ministerio de Defensa. Pensamos que el mejor uso que se le puede dar, por lo que representa, es el relacionado con la memoria histórica”.

En opinión de Eduardo Santos (G.P. Podemos-Ahal Dugu), “ha sido una visita de índole inmobiliario. Hemos podido comprobar in situ cómo se han eliminado los vestigios del Fuerte en cuanto cárcel, para de este modo poder subrayar mejor su naturaleza castrense. Ahora nos encontramos con una estructura que, pensada por y para los militares, resulta de difícil recuperación y gestión en favor de la ciudadanía”.

Álvaro Michael, General Comandante Militar de Navarra, ha agradecido el interés del Parlamento de Navarra y se ha puesto a disposición de las instituciones, en particular, y de la sociedad, en general, para colaborar en la difusión de la historia del Fuerte San Cristóbal. “En el año y medio que llevo en Navarra jamás he denegado una petición de visita. La custodia del Fuerte ya no la lleva la Comandancia, sino la unidad de servicios del acuartelamiento de Aizoain”.