Publicada el Miércoles, 29 de Mayo de 2024

La Comisión de Universidad, Innovación y Transformación Digital visita el Centro Nacional de Tecnología y Seguridad Alimentaria (CNTA)

Para conocer los avances del CNTA en Calidad y Seguridad Alimentaria 4.0. enfocados a la innovación y a potenciar la competitividad del sector

A instancias de los G.P. UPN, PSN, EH Bildu, Geroa Bai y Contigo -Zurekin, los parlamentarios y parlamentarias que se han desplazado a la sede de este centro tecnológico ubicado en San Adrián han sido: Ángel Ansa (UPN), Kevin Lucero (PSN), Laura Aznal (EH Bildu), María Solana (Geroa Bai), Irene Royo (PPN), Daniel López (Contigo-Zurekin) y Maite Nosti (Vox).

 

Dividida en dos partes, la visita se ha iniciado con una reunión en la que Héctor Barbarin, director general de CNTA, y Clemente Bea, director general adjunto, han presentado el contexto de la situación actual de su entidad y los desafíos que tiene por delante el sector de la industria agroalimentaria.

 

CNTA (Centro Nacional de tecnología y Seguridad Alimentaria), asociación sin ánimo de lucro que nació en 1981 bajo la denominación Laboratorio del Ebro, ha ido adaptándose a los cambios y requerimientos de las empresas.

 

En 2003, pasó a tener su actual denominación y extendió sus servicios y capacidades más allá del ámbito de la industria conservera, llegando a todos los subsectores de la industria agroalimentaria.

 

Entre 2013 y 2018, CNTA alcanzó proyección internacional con la incorporación de una sede en Perú, y en 2021 inauguró su oficina comercial en Madrid. Cabe destacar también la creación de EATEX Food Innovation Hub en 2022, que fue objeto de una visita de la Comisión de Universidad hace unas semanas.

 

El último gran paso en la historia del centro ha sido la integración con FUDin, centro tecnológico riojano, materializada en diciembre de 2023. Esta fusión, única a nivel nacional, aúna dos entidades pertenecientes a comunidades autónomas diferentes (Navarra y La Rioja) con el objetivo de sumar capacidades, conocimiento y talento, y convertirse en el principal centro tecnológico privado del sector agroalimentario en España.

 

Tras la integración de CNTA y FUDin, la entidad cuenta con 6 centros de trabajo: San Adrián, Alesón, Calahorra, Logroño, Pamplona y Madrid. Actualmente trabajan en CNTA más de 250 profesionales y son alrededor de 500 las empresas asociadas a la entidad. Para 2030 prevé alcanzar los 30 millones de ingresos e inversiones y acercarse a 300 personas en plantilla.

 

Héctor Barbarin ha ido desgranando las diferentes vías de trabajo que se centran en las nuevas fuentes de ingredientes, el desarrollo de producto, los procesos y el envasado sostenibles, las nuevas estrategias y tecnologías de conservación, la biotecnología alimentaria y la caracterización avanzada de alimentos.

 

Ha calificado a CTNA como “un buen ejemplo de colaboración público-privado, consolidado a lo largo del tiempo y con gobiernos políticos de diferentes ideologías. La relación ha sido siempre muy fluida y de mutua confianza”.

 

A preguntas de los parlamentarios y parlamentarias, ha cuantificado cuál es la importancia en esta iniciativa de los fondos públicos: “Si antes se situaba en un 80% (capital privado) - 20% (recursos públicos), puntualmente el Plan Complementario Agroalnext ha aumentado el peso del sector público, que ahora estaría en un 35%”. En su opinión, “está cerca de la cifra ideal de un tercio”.

 

A la vez, Barbarin destaca que “tan importante como el volumen de financiación desde las Administraciones, es la longitud del plazo en el que se otorgan, ya que permite la continuidad de proyectos, incluso personales de retención del talento “.

 

Ahondando en el papel de la Administración, Clemente Bea, ha señalado que “es clave para el desarrollo de las industrias del sector agroalimentario, generando infraestructuras, facilitando el uso racional de recursos como el agua o promoviendo, por ejemplo, concentraciones parcelarias”.

 

Como meta, “transferir conocimiento y talento a la industria, y de ahí, al mercado”. Conviene “cambiar el modelo de subvenciones por otros que primen la innovación, donde las empresas planteen retos, los centros tecnológicos ofrezcan soluciones y las compañías los remuneren e incorporen a sus procesos productivos”, ha corroborado Bea.

 

En la segunda parte de la visita, los parlamentarios y parlamentarias han recorrido las instalaciones, acompañados por Inés Echeverría, directora de I+D+i. Allí han podido conocer de primera mano la aplicación práctica de su trabajo viendo ejemplos de subproductos de la industria agroalimentaria y de los compuestos bioactivos que se obtienen de los mismos, de proteína microbiana obtenida a partir de fermentación y de alimentos desarrollados para personas con disfagia, entre otros.

 

También han asistido in situ a casos reales de aplicación de tecnologías de visión y análisis de datos avanzados e Inteligencia Artificial (IA), orientados a la mejora competitiva de las empresas agroalimentarias.

 

En concreto, el personal del laboratorio de Calidad y Seguridad Alimentaria 4.0 les ha mostrado cómo gracias a la tecnología hiperespectral se puede determinar variedades de almendra como marcona o largueta, además de la posibilidad de detectar de forma inmediata unidades de almendra amarga con amigdalina, un compuesto cianogético de alta toxicidad. También les sirve para detectar la autenticidad de productos amparados por un sello de IGP (Indicación Geográfica Protegida), evitando el fraude.

 

Como conclusión, Barbarin y Bea, se han despedido de los miembros de la Comisión de Universidad, Innovación y Transformación Digital señalado que durante 2024 se está trabajando en una reflexión estratégica que marque las líneas de esta nueva etapa del CNTA, en la que seguirá siendo clave la colaboración con las administraciones “para afianzar el proyecto y avanzar en una alimentación segura, sana, asequible y sostenible, así como una industria competitiva que promueva el desarrollo del medio rural”.