Publicada el Jeudi, 16 de mars de 2023

Rechazada la modificación de la Ley Foral 19/2019 de protección de los animales de compañía

Navarra + no logra apoyos para suavizar las obligaciones sanitarias sobre tenencia de hurones y perros de caza, en línea con las que rigen en las Comunidades Autónomas limítrofes

El Pleno del Parlamento ha rechazado hoy, con los votos en contra de PSN, Geroa Bai, EH Bildu, Podemos-Ahal Dugu e I-E, la propuesta de modificación de la Ley Foral 19/2019 de protección de los animales de compañía en Navarra, un texto dirigido a alinear las obligaciones sanitarias relativas a los hurones y perros de caza con las que rigen en las CCAA limítrofes.

 

Debatida en lectura única, la proposición de Ley impulsada por Navarra Suma apelaba a la importancia de la caza en cuanto “herramienta indispensable” para el control poblacional del conejo silvestre y el jabalí, con el fin de hacer “voluntaria” la identificación y vacunación antirrábica de los hurones y rebajar la obligatoriedad de la visita veterinaria de perros y gatos, de modo que en lugar de anual o bianual, sólo fuera preceptiva con carácter previo a la vacunación.

 

Con carácter general, sin distinción de animales, se disponía que el desarrollo reglamentario de todo lo concerniente a tratamientos, reconocimientos sanitarios obligatorios y periodicidad de estos se efectuara “de acuerdo a las especificaciones técnicas de las vacunas, tanto para la primo-vacunación como para las revacunaciones”.

 

Se aducía que el desarrollo de la Ley Foral 19/2019 materializado a través del Decreto Foral 94/2022, de 26 de octubre, ha derivado en un “cese mayoritario” de la caza con hurón, con el consiguiente “incremento de los daños y perjuicios” generados por ambas especies, también a nivel de “conflictividad social en nuestros pueblos”.

 

A ese respecto, se invocaba un informe técnico de la Federación Navarra de Caza y la Universidad de Castilla La Mancha en el que se calcula que los nuevos requisitos para la tenencia de hurones (y perros de caza) implicarán una “proliferación de daños en cultivos, pastos, infraestructuras de riego o vías de comunicación, dado que con una disminución de su uso estimado en un 75%, las dificultades para controlar la población de conejos silvestres se multiplicarán exponencialmente”.

 

Respecto al empleo de perros de caza y aun a falta de conclusiones definitivas, se avanzaba que el informe en el que se trabaja pronostica un “aumento del 350% de la población de jabalí y un incremento de accidentes de tráfico ocasionados por éstos de un 150%”.