Universidad de Navarra y Parlamento abordan en una jornada los conflictos armados actuales, desde la perspectiva del derecho internacional y la protección del refugiado
La actividad forma parte del Aula de Derecho Parlamentario que impulsan la Facultad de Derecho y la Cámara, cuya Vicepresidenta Primera, Ainhoa Unzu, abrió la sesión
¿Cómo protege el derecho internacional a los refugiados? ¿Cuáles son las normas que rigen los actos de guerra? ¿Cuáles son las claves históricas para entender la situación en Oriente Medio o cuál es la responsabilidad penal de Rusia por la invasión de Ucrania? Los profesores de la Universidad de Navarra, María Teresa Gil Bazo, Mario Pereira y Pablo Pérez López dieron respuesta a estas y otras cuestiones durante la mesa redonda Conflictos armados actuales: análisis y perspectivas, organizada por la Facultad de Derecho en colaboración con el Parlamento de Navarra y que se enmarca dentro de las actividades previstas en el Aula del Derecho Parlamentario.
Celebrado en la sede de la Cámara foral, al encuentro asistieron también la directora del Aula de Derecho Parlamentario, Asunción de la Iglesia, y la vicepresidenta del Parlamento de Navarra, Ainhoa Unzu. “Las guerras ponen de relieve el mundo de las fronteras y la confrontación. Precisamente, la finalidad de estas sesiones es tener un horizonte más abierto. Como universitarios y como parlamentarios nos toca una función siempre preventiva para evitar el conflicto a través del derecho, señaló Asunción de la Iglesia. Por su parte, la vicepresidenta del Parlamento foral, Ainhoa Unzu, valoró también estos espacios para el diálogo “que ayudan a entender y analizar con perspectiva lo que está ocurriendo. A ampliar nuestra mirada ante las barbaries de las que estamos siendo testigos”.
El catedrático de Derecho Internacional Público y director del departamento de Relaciones Internacionales de la Universidad, Gonzalo Villalta, moderó la jornada y lanzó tres ideas para contextualizar el debate, los conflictos armados entendidos como conflictos civilizacionales; la cooperación, que habilita la resolución de problemas que superan la autonomía soberana de los estados; y la interdependencia, a través de iniciativas de integración económica y luego política, donde prima la libertad en base a la dignidad y los derechos de la persona, en un clima de pluralidad respetuosa.
El derecho de guerra y a la legítima defensa de los estados
La profesora María Teresa Gil Bazo comenzó su intervención hablando de los orígenes del derecho de guerra, desde el concepto defendido por San Agustín, en los siglos IV y V hasta el siglo XX: en 1928 los estados firman el denominado pacto de Kellogg Briand, en vigor hoy y que obliga a los estados a condenar el uso de la guerra y renunciar a ella como un instrumento de política internacional en sus relaciones mutuas. “La carta de las Naciones Unidas permite la legítima defensa ante una situación de agresión; hasta que el consejo de ONU haya adoptado las medidas en material de paz y seguridad internacionales”, explicó Gil Bazo. Abordó también el derecho a la legítima defensa de los estados cuando se trata de actos de terrorismo y al desarrollo del derecho internacional penal para exigir responsabilidades a las personas que desencadenan los conflictos.
María Teresa Gil Bazo aportó algunas cifras: Más de 108 millones de refugiados, el 50% son niños y el 80% del total huyen de conflictos armados. Se refirió al Tratado de Ginebra como el texto que regula el estatus del refugiado y a la UNRWA, la Agencia de Naciones Unidas para la población refugiada de Palestina en Oriente Próximo.
Mario Pereira analizó las responsabilidades penales por la agresión de Rusia a Ucrania. “Actualmente, señaló, en los tribunales ucranianos hay 25.000 causas abiertas”. Y a la hora de hablar de Derecho Penal Internacional se remontó a los juicios de Nuremberg, que juzgaron los crímenes de guerra de la Alemania nazi. “Sin derecho, no hay paz; sin paz no hay prosperidad. En Nuremberg se logra que las personas físicas sean responsables por los actos que realizan los estados que generan masacres humanas sin precedentes. “Creo que los juicios sirven para educar y generar conciencia”, afirmó. Señaló que en Ucrania había constancia de que se habían producido crímenes de lesa humanidad y aseguró que, desde el principio, estaba claro que el objetivo de Rusia era la conquista territorial de Ucrania. “Están diciendo que Ucrania les pertenece, que forma parte de la gran Rusia, lo que establece un hilo directo con la guerra de agresión definida en el estatuto de Nuremberg”.
La división del mundo árabe y la falta de respeto israelí
La división del mundo árabe y la falta de respeto y agresividad israelí hacia el pueblo palestino son algunas de las claves para entender el actual conflicto en Oriente Medio que desarrolló después Pablo Pérez López, catedrático de Historia y director del Instituto Cultura y Sociedad de la Universidad de Navarra. “Estamos ante el conflicto de raíces más hondas que existe en la actualidad. La conciencia de identidad del pueblo hebreo es muy fuerte”. Pablo Pérez se remontó al final de la I Guerra Mundial y con la disolución del imperio otomano para entender el conflicto hoy. La gran nación árabe que prometieron franceses e ingleses a los pueblos árabes nunca existió. En paralelo, en 1916, Gran Bretaña firmó una declaración de apoyo a la creación del hogar nacional judío en Palestina.
En 1947, después de la II Guerra Mundial es la ONU la que proclama el estado de Israel. “los países árabes no aceptan el nuevo estado y por otra parte, Israel se va a comportar con los palestinos con una agresividad creciente”, explicó. Pablo Pérez hizo un repaso por las guerras constantes en la zona y también los intentos de acuerdos de paz entre árabes e israelíes con la mediación de los Estados Unidos y que en varios casos, acabaron con el asesinato a manos de grupos radicales de lideres destacados como el del presidente egipcio, Anwar el-Sadat, y el primer ministro israelí, Isaac Rabin. Aunque reconoció que el ataque de Hamas a Israel del pasado 7 de octubre va a dar lugar a años de hostilidades, Pablo Pérez añadió: “La comunidad internacional debe intentar dar una salida a la población palestina. No se puede edificar la paz sobre la injusticia”.