En IRPF, se devuelve a las rentas medias y bajas a niveles de 2011 y se aligera la carga sobre las altas. En Patrimonio, se incrementa el mínimo exento a 800.000 euros, se rebaja la tarifa un 20%, se eleva el umbral de tributación y se suaviza el escudo fiscal. En Sociedades se minoran los tipos y se potencia la I+D+I