Publicada el Jueves, 26 de Mayo de 2022

El Parlamento elige a Edurne Eginoa como directora de la Oficina de Buenas Prácticas y Anticorrupción

Tras obtener el respaldo de PSN, Geroa Bai, EH Bildu y Podemos-Ahal Dugu, asume el órgano encargado de fomentar la transparencia y la participación por un período de 6 años

El Pleno del Parlamento de Navarra ha elegido hoy a Edurne Eginoa Antxo como directora de la Oficina de Buenas Prácticas y Anticorrupción, órgano concebido para fomentar la transparencia, la participación ciudadana y la eficiencia de las políticas públicas.

 

Edurne Eginoa Antxo ha recibido 29 votos a favor (11 PSN, 9 Geroa Bai, 7 EH Bildu, 2 Podemos-Ahal Dugu) de su designación. Además, se han registrado 21 votos en blanco, que se corresponden con la posición de Navarra Suma (20) e I-E. Su nombramiento como máxima responsable de la Oficina exigía el respaldo de al menos 26 Parlamentarios y Parlamentarias, mayoría absoluta de los que integran la Cámara.

 

La elección de Edurne Eginoa Antxo como directora  de la Oficina de Buenas Prácticas y Anticorrupción se ha realizado por el Pleno del Parlamento de Navarra en una sola votación, secreta por papeletas.

 

El Presidente del Legislativo Foral, Unai Hualde, ha sido el encargado de realizar el recuento de votos, a cuya conclusión ha felicitado a la primera presidenta de este nuevo órgano de control, Edurne Eginoa Antxo.

 

Edurne Eginoa Antxo (Pamplona, 1971) es licenciada en Derecho por la Universidad de Navarra y especialista en Derecho Civil Navarro. Además, cuenta en su haber con el Curso General de Práctica Jurídica de la UPNA (94-95). En 2003 finalizó el programa de doctorado sobre la protección jurídica del medio ambiente. Fue directora general de Presidencia y Gobierno Abierto en la pasada legislatura (2015-19), en el Departamento de María José Beaumont. Actualmente ejerce de Secretaria de los ayuntamientos de Orbizeta y Orbara.

 

Creada a partir de la Ley Foral 7/2018, de 17 de mayo, la Oficina de Buenas Prácticas y Anticorrupción tiene por objeto “garantizar la participación ciudadana en el control eficaz de las instituciones y asegurar la rendición de cuentas de los responsables políticos ante la sociedad y sus órganos de representación. Se constituye como entidad de derecho público, con personalidad jurídica e independencia orgánica y funcional.

 

La Oficina ejercerá sus funciones sin perjuicio de las que correspondan a la Cámara de Comptos, al Defensor del Pueblo de Navarra (le remitirá antes del 31 de enero su plan anual de actuación para evitar duplicidades) y demás instituciones de control y fiscalización. Y colaborará y cooperará con las instituciones autonómicas, estatales, europeas y/o internacionales que tengan competencias análogas en materia de transparencia, fraude y anticorrupción.

 

En marzo de 2019, decayó el primer intento de dotar de dirección a la Oficina de Buenas Prácticas y Corrupción, al no prosperar la candidatura de Isabel Urzainqui, que se quedó a falta de dos apoyos de la mayoría absoluta requerida.