El Presidente del Parlamento asiste al Acto de Homenaje organizado por el Ayuntamiento de Pamplona en recuerdo a las víctimas de la pandemia
El Presidente del Parlamento de Navarra, Unai Hualde, ha asistido esta tarde al Acto de homenaje que, con motivo del Privilegio de la Unión, ha organizado -en la Ciudadela- el Ayuntamiento de Pamplona-Iruñea en recuerdo de todas y todos los pamploneses fallecidos durante la pandemia.
La ceremonia, que ha incluido un reconocimiento a diversos colectivos que, amén del sanitario, han luchado contra el virus en primera línea, ha congregado también a numerosas autoridades de todos los ámbitos, entre ellas la Presidenta de Navarra, María Chivite, el Alcalde de Pamplona, Enrique Maya, y el Delegado del Gobierno, José Luis Arasti.
La pamplonesa María Jesús Artaiz ha sido la encargada de poner voz a la ciudadanía, y especialmente a los más mayores, un colectivo que debido a su edad y salud ha tenido que afrontar la pandemia con una mayor vulnerabilidad. Artaiz ha destacado el comportamiento ejemplar y la “infinita generosidad” que los pamploneses han demostrado durante todo este tiempo y ha agradecido a todos los que desinteresadamente han ayudado a los demás, acordándose sobre todo de las personas jóvenes, voluntarios y el sector de la cultura. Artaiz ha concluido solicitando responsabilidad “para que pronto todo este horror sea un mal recuerdo”.
En memoria de cada pamplonés y pamplonesa que ha perdido la vida durante la pandemia se ha guardado un minuto de silencio y se ha abonado un árbol, un Gingo Biloba, símbolo de la eterna esperanza. Además, se han colocado 1.476 flores, una por cada fallecido.
Raquel Mateo, presidenta de la Asociación Goizargi, ha puesto voz “al dolor, al miedo, a la incertidumbre que surge en estos días que hemos perdido a tantas personas”. Desde esta entidad, que tiene como objetivo ayudar a las personas en duelo para contribuir a normalizar su vida tras la pérdida de un ser querido, han lanzado un mensaje de esperanza recordando que “el dolor siempre pasa y hace que la vida tenga otro color. El dolor por la muerte pesa y en ocasiones ahoga y ese dolor merece un espacio, un lugar y un sitio y todos podemos dárselo” ha explicado Mateo.
En el transcurso del acto se ha llevado a cabo la imposición del Pañuelo de Pamplona-Iruñeko Zapia, que este año ha servido para homenajear a los profesionales sanitarios navarros. El médico Vicente Estremera y la enfermera Belén Izcue, han sido los encargados de recibir esta distinción en nombre del colectivo.
Vicente Estremera ha recordado la importancia que tuvo la unión en el hecho histórico que hoy se conmemora en Pamplona y ha pedido que ese sentimiento se recupere para dar una respuesta unida y enfrentar “una pandemia que todavía no ha cedido. Todavía estamos a tiempo de evitar que la situación se descontrole poniendo en práctica de manera estricta las recomendaciones de las autoridades sanitarias. Hay que cumplir las medidas recomendadas (mascarilla, lavado de manos frecuente y evitar aglomeraciones) hasta que dispongamos de una vacuna eficaz”.
Belén Izcue, por su parte, ha hecho una mención especial a los que durante los peores momentos de la pandemia lo dejaron todo para atender a su vocación y ayudar a los demás y a sus familias y amigos. “Ellos han hecho que todo este tiempo haya sido menos difícil y más llevadero. Todos tenemos un papel muy importante en la lucha contra el Covid-19. Es importante mirar al pasado para aprender de lo vivido, aprender de los buenos y malos momentos pasados durante la pandemia; pero más importante aún es mirar al futuro con responsabilidad, no olvidar que esto no ha terminado”.
En el apartado de reconocimiento a los colectivos que han luchado contra la pandemia desde la primera línea, se ha entregado un detalle a un representante de cada uno de estos grupos. Lo han recogido la farmacéutica Cristina Iriarte; el policía municipal Juan Antonio Castro, desde el ámbito de la seguridad; la trabajadora social del Ayuntamiento de Pamplona-Iruñea Sagrario Zueco, por servicios sociales; la técnica municipal María Díaz de Rada, en representación de acción comunitaria; la voluntaria de Cáritas Sagrario Goñi, como parte del voluntariado; el librero Carmelo Buttini, en nombre del pequeño comercio; el trabajador de FCC Iñaki Ibáñez, desde el sector de la limpieza y el responsable de la Ciberaula de la Casa de la Juventud Pablo Aragón, como representante del colectivo de los jóvenes.
El acompañamiento musical ha corrido a cargo de La Pamplonesa, La Capilla de Música y la Orquesta Sinfónica de Navarra. A su vez, se han proyectado dos audiovisuales que han mostrado cómo Pamplona-Iruñea vivió los peores momentos de la pandemia y la manera en la que desde la capital se está haciendo frente a las consecuencias negativas del virus.