Publicada el Martes, 26 de Noviembre de 2024

La Comisión de Memoria y Convivencia visita el Monumento a Los Caídos 

PSN, EH Bildu y Geroa Bai destacan el alcance de la “resignificación”, C-Z se reafirma en su posición pro derribo, UPN aboga por “nuevos usos” y el PPN habla de “exclusión y sectarismo”

La Comisión de Memoria y Convivencia, Acción Exterior y Euskera ha visitado hoy, a instancias de Contigo-Zurekin, el Monumento a Los Caídos, un obelisco que sacraliza y homenajea a las 4.500 víctimas navarras del bando sublevado de la Guerra Civil. Fue reconvertido en sala de exposiciones en 2002, previa ocultación del nombre del edificio, 'Navarra a sus Muertos en la Cruzada Nacional'. 


Los miembros de la Comisión que han asistido han sido Juan Luis Sánchez de Muniáin (UPN), Inma Jurío, Javier Lecumberri (PSN), Adolfo Araiz (EH-Bildu), Itxaso Soto (Geroa Bai), Javier García (PPN) y Carlos Guzmán (Contigo Zurekin).


La delegación del Parlamento de Navarra ha sido recibida por Iñigo Gómez, director del área de Cultura, Fiestas, Educación y Deporte, y Alberto Gil, director de Transparencia y Comunicación Institucional, ambos del Ayuntamiento de Pamplona.


El objeto de la visita, tal y como ha señalado Carlos Guzmán a modo de preámbulo, ha sido “conocer las instalaciones (interiores y exteriores) y el estado de conservación de este tétrico panteón fúnebre para, frente a tacticismos partidistas o cálculos electorales, impulsar una reflexión memorialista que conduzca a la demolición de esta anomalía democrática, el segundo mayor monumento de exaltación fascista del Estado, durante la legislatura en curso”.


A continuación, la Comisión de Memoria y Convivencia ha visitado distintas estancias del conjunto arquitectónico situado en la Plaza de la Libertad, si bien no ha accedido a la cripta (el usufructo es del Arzobispado) donde reposaban los retos de los generales Mola y Sanjurjo, exhumados en noviembre de 2016. En concreto, los Parlamentarios y Parlamentarias han atravesado la iglesia de la planta superior y han subido a la cúpula, cuyo interior alberga un conjunto de pinturas murales de casi 700 m2.


La citada iconografía, obra del pintor y decorador valenciano Ramón Stolz (1903-1958), se compone de cuatro escenas que, en su afán de evocar cronológicamente el “espíritu religioso y batallador de los navarros por Dios y por la Patria”, representa las cruzadas medievales (Sancho el Fuerte en las Navas de Tolosa), la evangelización de Asia (San Francisco de Javier), la religiosidad popular (cruceros de Ujué y Roncesvalles), las contiendas carlistas del XIX y la Guerra Civil de requetés y nacionales.


La Comisión de Memoria y Convivencia, que ha tenido ocasión de comprobar el estado de abandono en el que se encuentran los sótanos y demás espacios disfuncionales, ha reparado también en las inscripciones del edificio. 


En el exterior, además de la que da nombre oficial al edificio, localizada en el pórtico, constan otras dos, a uno y otro lado. La de la izquierda recoge el decreto de Franco por el que concede a Navarra la Cruz Laureada de San Fernando (8-11-1937) y la de la derecha, la proclama de Diputación Foral como primer voluntario (21-8-1936). Todas se encuentran tapadas.


En el interior, las inscripciones de la cripta, del templo y de la cúpula aparecen dedicadas a la defensa de la religión y la patria, los dos conceptos que constituyen el núcleo dogmático de la dictadura de Franco.


En su turno de intervención, el portavoz de Contigo-Zurekin se ha reafirmado en el objetivo de la “demolición, con carácter urgente y de conformidad con la legislación en vigor”. La representación de PSN, EH Bildu y Geroa Bai se ha remitido al contenido del acuerdo que, en aras a la “resignificación”, han alcanzado sus formaciones municipales. UPN, por su parte, no ha observado “nada novedoso” y el PPN ha situado el pacto de aquellos en la órbita del “sectarismo político”.


Carlos Guzmán (G.P. Contigo-Zurekin) ha reconocido que la visita no ha hecho sino “reafirmarnos en la idea de que la única salida válida es el derribo, con carácter urgente y de conformidad con la legislación en vigor”.


Para Juan Luis Sánchez de Muniáin (G.P. UPN) la visita “no ha aportado ninguna novedad, ha sido lo esperado. Tenemos un edificio vacío y sin uso, susceptible de ser utilizado para otras funciones, en beneficio de la ciudad”.


Inma Jurío (G.P. PSN) ha subrayado la “importancia del acuerdo político alcanzado para intervenir. Se trata de mantener y transmitir la memoria de los que sufrieron en Navarra, porque es algo que nunca debió de suceder”.


Adolfo Araiz (G.P. EH Bildu) ha abogado por dejar claro que “hay problemas políticos para conformar mayorías que vayan más allá de la resignificación. Nos topamos, además, con dificultades legislativas y una jurisprudencia consolidada que no permite el derribo. Estamos ante un proceso abierto y en ese camino esperamos reencontrarnos con los que hoy critican el acuerdo”.


Itxaso Soto (G.P. Geroa Bai) se ha encontrado con un edificio “de exaltación franquista del que hay que suprimir toda esa simbología. Siempre hemos estado en eso. Eliminar la cúpula es el punto principal del acuerdo”.


A decir de Javier García (G.P. PPN), el acuerdo “liderado” por PSN, EH Bildu y Geroa Bai, “más que una solución digna y consensuada, es un parche, un ejemplo de exclusión y sectarismo político. Apostamos por abrir un diálogo amplio y sincero con expertos, ciudadanos y todas las fuerzas políticas, para decidir el futuro del Monumento. Cualquier intervención debe respetar tanto el patrimonio histórico, como la diversidad de sensibilidades. Este pacto es una muestra más del entreguismo del PSN a las posiciones de Bildu, para mantenerse en el poder. Es una runcia a liderar propuestas que busquen un verdadero entendimiento social”.


Finalizada la visita, los y las portavoces de UPN, PSN, EH Bildu, Geroa Bai, PPN y Contigo-Zurekin han hecho acopio de información para, dado el caso, ejercitar las iniciativas que estimen oportunas.


Diseñado por José Yárnoz y Víctor Eusa, el Monumento a los Caídos fue construido (1942-52) por la Diputación de Navarra en una parcela cedida por el Ayuntamiento de Pamplona al final de la avenida Carlos III. Fue inaugurado oficialmente el 17 de julio de 1961, con el traslado a su cripta de los restos mortales de los generales Mola y Sanjurjo, exhumados en 2016.


En el año 2018 se inició un proceso participativo con el objeto de resignificar y transformar este lugar y su entorno. En 2019 un fallo del Tribunal Administrativo de Navarra paralizó el acuerdo del jurado del concurso de ideas para transmutar el conjunto monumental, decisión refrendada en 2020 por el juzgado Contencioso Administrativo nº 2 de Pamplona.

 

El pasado día 20, los grupos municipales de PSN, EH Bildu y Geroa Bai anunciaron un acuerdo, todavía pendiente de concretar, para la demolición parcial y resignificación del mausoleo.

 

Según lo aprobado por la Comisión Técnica de Coordinación en Materia de Memoria Histórica del Gobierno de Navarra, el Monumento está catalogado, en su integridad, como símbolo fascista en la Comunidad Foral.