La Comisión de Relaciones Ciudadanas ha visitado hoy en Vitoria el Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo, un espacio de reconocimiento, respeto y solidaridad con las víctimas de todas las manifestaciones violentas registradas en España desde el 1 de enero de 1960, tal y como se hace constar en la Ley 29/2011 -aprobada en las Cortes “con el máximo nivel de consenso parlamentario”-, origen de este proyecto de “deslegitimación ética, social y política del terrorismo”.

Los miembros de la Comisión que han asistido han sido Iñaki Iriarte, Juan Luis Sánchez de Muniáin, Jorge Esparza, José Suárez (Navarra Suma), Inma Jurío, Javier Lecumberri, Arantza Biurrun (PSN), Jabi Arakama (Geroa Bai), Ainhoa Aznárez (Podemos-Ahal Dugu) y Marisa de Simón (I-E).

La delegación del Parlamento ha sido recibida por Florencio Domínguez, presidente del Centro Memorial, y Raúl López, responsable de la exposición y del área educativa.

El objeto de la visita, cursada a petición de Navarra Suma, PSN, Geroa Bai, Podemos-Ahal Dugu e I-E, ha sido “conocer las iniciativas, proyectos y actividades del Centro Memorial”, una Fundación pública, adscrita al Ministerio del Interior, que consta de un área de documentación, un aula didáctica y un museo con exposiciones temporales y permanentes.

En el transcurso de la visita por las distintas dependencias del Centro Memorial, con especial detalle en las seis salas de que consta la exposición permanente, Florencio Domínguez ha subrayado la función pedagógica que subyace bajo la mirada de las víctimas del terrorismo de ETA, de la ultraderecha, de la extrema izquierda y del yihadismo, cuatro expresiones violentas que “tienen en común la intencionalidad política, el fanatismo y el empleo del terror”.

Divida en tres períodos, dictadura franquista, transición y democracia, la muestra toma la “historia como base explicativa” para ofrecer una versión rigurosa dirigida al reconocimiento social de las víctimas. También de los agentes policiales, judiciales, políticos y sociales que, incluido el movimiento pacifista y cívico de asociaciones como Gesto por la Paz, protagonizaron la respuesta al terrorismo de ETA, “la organización que más ha matado”, GRAPO, GAL o grupos de ideología yihadista.

“A todos ellos les devolvemos su rostro humano y su dignidad con testimonios directos recogidos en entrevistas, documentales o charlas en centros educativos. Es un archivo triste, pero necesario, de enorme valor pedagógico. La selección de testimonios abarca víctimas de diferentes terrorismos. Al final la pregunta que queda es qué podemos hacer para que algo así no se repita”, ha significado Raúl López.

Concluida la visita, los portavoces de Navarra Suma, PSN, Geroa Bai, Podemos-Ahal Dugu e I-E han puesto de relieve el valor de la muestra, han subrayado su compromiso con las víctimas y han agradecido las explicaciones contextualizadas ofrecidas por el presidente del Centro Memorial.

La Fundación Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo (FCMVT) es resultado del mandato contenido en el artículo 57 de la Ley 29/2011 de Reconocimiento y Protección Integral de la Víctimas del Terrorismo, donde se preveía la creación de un espacio documental, museográfico y didáctico que, con sede en el País Vasco, contribuya a cimentar la “memoria colectiva de las víctimas en cuanto símbolo y referencia ética de nuestro sistema democrático”.

El Rey Felipe VI es el presidente de honor de la Fundación, en cuyo patronato, tutelado por el Presidente del Gobierno de España, está representado el Ejecutivo Foral (por la Consejera Ana Ollo), junto al resto de CCAA, las Ciudades Autónomas de Ceuta y Melilla, dos miembros de las Cortes Generales, el Alcalde de Vitoria y dos representantes de las víctimas del terrorismo. Los estatutos contemplan también un Consejo Asesor de Víctimas del Terrorismo, dotado de funciones de propuesta y asesoramiento.

Ubicado en el antiguo edificio del Banco de España, el Centro Memorial se inauguró el 1 de junio de 2021 y, con más de 28.000 visitas, también de centros educativos navarros, se ha convertido ya en el segundo punto de interés turístico de Vitoria, tras la Catedral vieja.